A pocos días de que se conozca el veredicto a los 8 rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa, los imputados recibieron la última visita de sus familiares en el penal de Dolores, donde están alojados desde el comienzo del debate oral.
Los padres de los acusados llegaron a la zona de visitas minutos antes de las 17 para poder despachar la mercadería que llevaron y aprovechar las dos horas completas que tienen para estar con ellos.
Las familias fueron con bolsas cargadas, ya que hace 15 días que no ven a los imputados.
Si bien estaba pautado que las visitas ocurrieran una vez por semana durante el juicio, el miércoles pasado se extendió la audiencia de los alegatos finales por parte de la fiscalía y el particular damnificado, lo que llevó a que los imputados estuvieran en el Tribunal durante el horario en el que suelen recibir a sus allegados.
La de hoy es la última visita pautada para los acusados en la cárcel de Dolores, ya que la jueza María Claudia Castro, presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores, deberá definir el lunes a qué penal serán enviados los ocho acusados en caso de ser condenados y si estarán juntos o separados en sus respectivas celdas.
Cuándo se conocerá la sentencia por el asesinato de Fernando Báez Sosa
El lunes 6 de febrero el debate oral que juzga a los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa llegará a su fin. En un principio se barajó la posibilidad de que el veredicto se divulgara el 31 de enero, pero la magistrada Castro finalmente fijó la fecha para la primera semana de febrero.
Durante los alegatos, la fiscalía pidió la prisión perpetua para los ocho imputados y acusó a los testigos Juan Pedro Guarino y Tomás Colazo por el delito de falso testimonio. Fernando Burlando, representante de la familia de la víctima, solicitó la misma pena para todos los acusados.
En tanto, la defensa de los rugbiers, encabezada por Hugo Tomei, primero pidió la absolución de los ocho y luego solicitó que la condena sea por “homicidio en riña”.
Del mismo modo, el letrado aceptó en su lugar una pena por homicidio preterintencional o, en su defecto, por homicidio simple con dolo eventual.
Tras los alegatos finales, los imputados dijeron sus últimas palabras y pidieron disculpas a la familia de Fernando Báez Sosa. Además, aseguraron que nunca quisieron matar a la víctima.
Sin embargo, Silvino Báez, padre de Fernando, afirmó: “No les veo la sinceridad, me parece que fue muy actuado”. La madre de la víctima, Graciela Sosa, acompañó sus palavras: “Pedir disculpas después de haber matado es indiferente para mí”.
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