La novela sobre la interna en el Frente de Todos sigue sumando capítulos: en los últimos días, La Cámpora reactivó las críticas contra Alberto Fernández y comenzó a preparar una marcha masiva para el 24 de marzo. ¿El objetivo? Darle centralidad a Cristina Kirchner y marcar la agenda del Presidente con pedidos tales como firmar un DNU que amplíe el número de la Corte Suprema.
Distanciados del jefe de Estado desde el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el sector que responde a la Vice crece el malestar porque Alberto Fernández se muestra lanzado a la reelección en todas sus apariciones públicas.
Son varios los líderes de La Cámpora que se pronunciaron (o dejaron trascender) críticas al Presidente. Uno de los más explícitos es el funcionario bonaerense Andrés “Cuervo” Larroque, quien calificó al Gobierno de Alberto de “decepción”.
Dijo, además, que le gustaría “ver al Presidente a la cabeza” de la pelea por la distribución del ingreso. “Si no pasa tenemos que ver entonces qué hacemos. Hay muchos debates y como estamos en un gobierno de coalición, donde quizás es el sector moderado, es el que prima, es muy difícil avanzar”, disparó Larroque.
Hace semanas que en el kirchnerismo vienen cuestionando el “ajuste” producto del acuerdo con el FMI. El Presidente les respondió y dijo que el país creció igual.
Esta semana se sumó al combo el malestar de Eduardo “Wado” de Pedro, el ministro del Interior: en su entorno acusaron a Alberto Fernández de haberlo excluido de un encuentro con Lula da Silva y organismos de Derechos Humanos en Casa Rosada.
En este contexto, La Cámpora trabaja en un diseño electoral del Frente de Todos en 2023 que le otorgue total centralidad a la vicepresidenta Cristina Kirchner, sea esta candidata o no. “Su voz es fundamental”, repite uno de los principales dirigentes del espacio ultra K.
Con la idea de reforzar este concepto, la organización que comanda Máximo Kirchner trabaja en una gran movilización para el 24 de marzo en la que, además de celebrar el Día de la Memoria y los 40 años de la democracia, se unifique a todo el Frente de Todos detrás de la idea de que la Vicepresidenta fue “proscripta” y que “se debe romper” con esa condición.
Será una demostración de poder que busca sepultar cualquier intención electoral del Presidente y calmar los reclamos de otros sectores del peronismo, como el que representan los gobernadores, que exigen más participación en el armado.
Los trabajos para lograr una gran movilización se producen en medio del silencio de Cristina Kirchner, que pasó las primeras dos semanas del año en el sur y ya regresó a la Capital Federal. Pese al hermetismo de su agenda, en su entorno dicen que ya retomó su actividad en el Senado.
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