La etapa final del juicio contra los ocho rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa podrá seguirse en vivo a través del canal de YouTube de la Suprema Corte de Justicia bonaerense. La nueva fase iniciará el miércoles 25 de enero en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores.
Tal como ocurrió en la apertura, el 2 de enero pasado, la transmisión de estas partes del proceso judicial fue autorizada a raíz del interés social y mediático que alcanzó la causa contra los rugbiers que atacaron al joven estudiante de abogacía. De esta manera, se podrán seguir las palabras de la fiscalía, la querella y la defensa ante los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari.
Ocurrirá tras el cierre de la etapa de exhibición de pruebas, que transcurrió durante 13 jornadas con la declaración de peritos, testigos, amigos, familiares de los involucrados y los propios imputados y finalizó el 18 de enero.
Así, el juicio se retomará el 25 de enero, a las 9, con el alegato de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García. Le seguirán los abogados de los padres de Fernando, Fernando Burlando, Fabián Améndola y Facundo Améndola, en calidad de particular damnificado. En ambos casos, insistirían con la acusación original hacia los ocho imputados por el delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, que prevé una pena de prisión perpetua.
Se prevé que coincidan en la imputación de los rugbiers como “coautores funcionales”, y en caso de que no sea así deberán determinar quiénes fueron autores y el grado eventual de participación del resto.
La calificación original, llevada adelante por la fiscalía y con la que llegó el caso a juicio oral, es la de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o mas personas y alevosía. Es decir, según este planteo, los rugbiers tenían la intención de matar a Fernando, idearon un plan para ello y lo ejecutaron con la víctima indefensa. Esta calificación tiene la pena de prisión perpetua en caso de que se acrediten alguno de los dos agravantes.
Así, irían a la cárcel un mínimo de 35 años, con la posibilidad de pedir libertad condicional tras ese período.
El jueves 26 de enero, desde las 9, será el turno de la defensa. En este punto, el abogado de los rugbiers, Hugo Tomei, refutaría la acusación y apuntaría a una estrategia para darle la libertad a los ochos jóvenes: podría plantear que la muerte ocurrió en un escenario de “homicidio en riña o agresión”. Tiene una pena de seis años como máximo y dos de mínima. Los rugbiers llevan tres años de tiempo cumplido en prisión preventiva. Una pena intermedia significaría la excarcelación inmediata.
La clave para un homicidio en riña es que no se pueda determinar quien dio el golpe mortal en una agresión de muchas personas. Sin embargo, durante el juicio quedó acreditado por distintos testimonios y por las pruebas de ADN de sus zapatillas, que Máximo Thomsen pateó en la cabeza a Fernando. Según la autopsia, murió por un paro tras un shock neurogénico. Es decir, una lesión importante en el cerebro.
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