Agustín Costa Shaw, psicólogo propuesto por la defensa de los rugbiers, dijo que ninguno de los imputados por la muerte de Fernando Báez Sosa decidió participar de un peritaje psicológico por temor a que se filtre el contenido del mismo y otros por desconfianza del sistema judicial.
El testigo declaró en forma virtual en el juicio ante el Tribunal de Dolores y relató que trabajó junto a un grupo de cuatro profesionales. Costa Shaw relató que vio a los involucrados en el crimen de Báez Sosa “nerviosos, como en una disyuntiva de querer hablar y no poder hacerlo" y agregó: "Muchos tenían temblores, básicamente Enzo Comelli”.
El profesional sostuvo que Máximo Thomsen “no paraba de llorar y hubo que contenerlo” al ser recibido. “Él dice que no quiere realizar la pericia porque después se filtra todo, después quiere decir algo y se quiebra”, relató Costa Shaw, que indicó que Thomsen se sentía culpable “por la salud de su madre”.
“Lucas Pertossi, un poco más tenso, dijo que no tenía confianza en seguir porque son palabras de autoridades judiciales que los tratan como asesinos y que no tenía confianza”, algo que repitió Ciro Pertossi. Mientras que “Luciano Pertossi hizo mucho énfasis en que se iba a filtrar, le explicamos, pero hubo un momento que se fue”. En tanto, Matías Benicelli y Blas Cinalli tampoco hablaron.
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