Luego de que el caso volviera a judicializarse, el juez de la Corte Suprema de Justicia Horacio Rosatti se refirió al conflicto por los lugares para los representantes del Senado en el Consejo de la Magistratura, que todavía están en disputa, y advirtió que el máximo tribunal va a “esperar que lo dirima la política” y, si no hay un acuerdo entre las partes, emitirá “una acordada” para saldar la discusión.
Así lo anticipó al referirse a la conformación del organismo que, entre otras tareas, es la encargada de designar y destituir a los magistrados, el cual fue creado en la reforma constitucional de 1994, hecho que calificó como “el último momento estelar de la política argentina”.
“Muchos temas, por ejemplo el de la integración del Consejo, no se profundizó más, no se dijo cuántos abogados o académicos tiene que haber, porque el consenso llegó hasta ahí y se tenía la expectativa de que después el legislador estaría en sintonía con ese acuerdo. Eso después se fracturó y cada vez más”, lamentó.
Durante una entrevista televisiva, Rosatti sostuvo que “para algunos, la democracia es un lugar donde importan más las reglas que el contenido y entonces hay que obligar al consenso”, pero “cuando esto no ocurre, los problemas se judicializan”.
En este sentido, el funcionario explicó que la Corte está “resolviendo temas ahora que no se han resuelto antes y después la política crítica, porque siempre puede tener una visión distinta al resultado judicial que se obtiene”.
“Por ejemplo, pasa con la integración del Consejo de la Magistratura en el estamento que falta, que es el político, porque los jueces, los abogados y los académicos eligieron democráticamente y ya juraron. Los legisladores son los que faltan. Se le pide a la Corte que resuelva y cuando resuelve, ‘no me gusta cómo resolvió'. Bueno, nosotros esperamos hasta último momento que la política pueda dirimir esto y después emitiremos una acordada, seguramente”, agregó.
Por otra parte, el miembro del máximo tribunal reconoció que actualmente la imagen del sistema judicial en la sociedad es “un 80% negativa y un 20% positiva”, pero aseguró que esto también ocurre “en la mayoría de las democracias consolidadas del mundo”.
Al respecto, consideró que “bastante” tiene que ver con “algunos casos emblemáticos y algunas situaciones que son indisculpables”, pero también con que “ha aumentado el nivel de conflictividad y eso se traduce en mayores denuncias”.
“El juez creo que no tiene que exceder el mínimo común denominador de lo que es una persona común y correcta. Yo creo que tiene que tener una vara aún más alta, pero es injusto decirlo en este momento”, señaló.
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En otro tramo de la entrevista, Rosatti precisó que “hay 240 vacantes” en los tribunales, de las cuales “un tercio está entre el Ejecutivo y el Senado, otro en proceso de concursos en el Consejo de la Magistratura y el tercero, en definición de plenarios”.
“En los últimos 39 años el porcentaje de vacantes ha oscilado siempre en un 25%. Varios de los consejeros electos están trabajando en proyectos para crear lo que sería un concurso anticipado, porque no sabemos cuándo se van a producir las vacantes. Entonces, yo tengo un grupo de personas que ya van a haber completado el curso y rendido satisfactoriamente, a la espera de que haya una vacante, y entonces se completarían mucho más rápido”, comentó.
Por último, habló sobre las críticas que recibe de algunos sectores y su rol como integrante de la Corte: “Yo soy un hombre muy feliz, tengo una familia maravillosa. Mis hijos son grandes y saben el padre que tienen, no necesito darles explicaciones. Era más complicado cuando estaba en cargos públicos antes, hoy ya no. Para mí es una alegría ir a trabajar, yo quiero ser juez hasta los 75 años y después volveré a mi provincia, a Santa Fe”, cerró.