El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció que al mediodía se anuncia un programa para que 1.400 productos “mantengan sus precios por cuatro meses”. Se trata del programa "Precios Justos" que busca dar "previsibilidad" a la economía minorista.
En ese acuerdo de precios con las empresas “habrá productos de primera marca, pero también de bienes que producen los propios supermercados que quieren competir”, adelantó el titular de la cartera económica.
“La situación todavía es crítica”, deslizó y aseguró que "el Estado pone garantías y certidumbre del proceso de importaciones de bienes intermedios terminados que son parte de la cadena de valor y de insumos para las empresas que se comprometen al acuerdo de precios”.
“Queremos que produzcan mayor cantidad de productos, que tengan garantías por las importaciones y queremos que la gente vaya a los supermercados y tengan cuatro meses los mismos precios”, agregó.
En ese sentido, advirtió que habrá “penalidades” para las empresas que no cumplan. "Compromiso del gobierno es que esas empresas nos dejan 1.400 precios fijos por cuatro meses y en el resto de la producción por cuatro meses en los que se comprometen a no subir los productos más del 4%", sumó.
Sangría de dólares
Además, Massa explicó que la venta de dólares que realizó el Banco Central en los últimos días obedece a que “en septiembre se terminó de importar energía, pero todavía hay que terminar de pagar” esas compras.
“Vamos a terminar (el año) con mayor nivel de reservas que las actuales”, dijo el funcionario en diálogo con TN.
Massa, reveló que cuando asumió la cartera, a comienzos de agosto había “un déficit fiscal proyectado del 12,4%, reservas negativas y todos los dólares financieros por encima de los $ 350”. “La situación todavía no es cómoda, es crítica y por eso pedimos austeridad en el gasto, y concentramos las decisiones de inversión en la secretaría de Hacienda”, dijo Massa.
El Banco Central ya vendió u$s618 millones en lo que va del mes y ya superó el rojo de octubre. En el mercado preocupa el ritmo con el que la autoridad monetaria se desprende de reservas en un período de escasez de dólares.