Con el acuerdo formalizado, restan para que comience su vigencia plena dos pasos decisivos: la aprobación del Congreso y el visto bueno del directorio del Fondo Monetario Internacional. Desde ese momento iniciará el nuevo Extended Fund Facility (EFF) con el que la Argentina cubrirá los vencimientos hacia el organismo de los próximos dos años y medio. Para contar con esos desembolsos, deberá cumplir una serie de metas trimestrales en las evaluaciones que realizarán los técnicos del FMI.
Según el memorando de entendimiento enviado este viernes al Congreso por parte del Ministerio de Economía, “el programa estará monitoreado mediante revisiones trimestrales, medidas previas, criterios de ejecución cuantitativos, metas indicativas y parámetros de referencia estructurales”, afirma el documento.
El acuerdo funcionará con 10 revisiones trimestrales para distintos criterios de política económica, que incluirán el déficit primario, la asistencia monetaria desde el Banco Central al Tesoro y acumulación de reservas, entre otros puntos. El cumplimiento de estas métricas serán condicionantes para que el Gobierno pueda recibir los desembolsos del organismo.
El paper técnico estipula que el esquema de objetivos macroeconómicos diferencia dos aspectos: criterios de ejecución y metas indicativas. Para marzo y junio, las dos primeras instancias trimestrales de evaluación, las cifras tentativas fueron expuestas como criterios de ejecución mientras que las de septiembre y diciembre son metas propiamente dichas.
De acuerdo al detalle publicado en el documento girado al Congreso, hacia fines de marzo el Gobierno debería haber cumplido con las siguientes metas:
- Metas fiscales: si bien no estipula un techo para el primer mes de evaluación, la cifra que actuará como referencia de “piso” para el caso del déficit primario de la administración nacional será de $222.300 millones. Asimismo, solo permitirá un valor de 535.900 millones de pesos como deuda “flotante”, es decir pagos atrasados del ejercicio anterior. Este último número se mantiene fijo a lo largo de 2022. Como referencia, los únicos datos fiscales publicados son los de enero, que mostraron un rojo primario de casi $16.700 millones.
Habrá, además un criterio de ejecución que el acuerdo considera “continuo”, y que no tiene cambios a lo largo de los cuatro trimestres: la no acumulación de atrasos de pagos de deuda externa por parte del gobierno. En este aspecto, la tolerancia será cero en el programa financiero acordado.
Luego habrá metas indicativas para dos aspectos: recaudación y gasto social. En el primer aspecto, el Gobierno debería tener un ingreso real 2,417 billones de pesos entre los primeros tres meses del año. Además, habrá erogaciones en programas de asistencia social que tendrán un cupo mínimo de casi $152.000 millones. Según la definición acordada, estarán incluidas la Asignación Universal por Hijo, Asignación por Embarazo, y Ayuda Escolar Anual, la Tarjeta Alimentar y el plan Progresar.
- Metas monetarias: habrá dos criterios de ejecución y una meta cuantitativa. En el primer grupo se listan el piso de variación reservas internacionales netas del Banco Central y el tope del financiamiento monetario desde la autoridad monetaria hacia el Tesoro. Hacia finales de marzo, las reservas deberían haber aumentado USD 1.200 millones en forma neta, mientras que la monetización del déficit tendrá como techo una suma de $236.800 millones. La última meta que deberá cumplir el BCRA es la de la intervención en el mercado de futuros, en el que habrá un tope de USD 6.000 millones como saldo.
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