A pesar del clima de euforia mundial que se esfuerza por decretar que la pandemia ha terminado -así lo han expresado recientemente el titular de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el propio presidente de los Estados Unidos, Joe Biden- aún quedan algunos ajustes pendientes para que esto ocurra, y las vacunas bivalentes parecen ser un verdadero atajo innovador, no sólo desde el aspecto científico, sino también desde la eficacia para frenar la transmisión y reducir la circulación del SARS-CoV-2, y actuar sobre los grandes bolsones poblacionales que aún tienen los esquemas incompletos.
El único escudo protector y seguro contra la resiliencia que ha evidenciado el virus SARS-CoV-2 que sigue resignificándose entre los seres humanos, a través de nuevas variantes, y aprendió de sutilezas -a través de los sublinajes- siguen siendo las vacunas contra el COVID; en especial, las ahora llamadas bivalentes o de segunda generación que proponen atacar al virus por dos costados -dos variantes en simultáneo- y combatir con más determinación, la capacidad que aún hoy exhibe el nuevo coronavirus de evadir la respuesta inmune que ofrecen las inmunizaciones de primera generación.
Las vacunas bivalentes son desarrolladas (las dos que hoy ofrece el mercado pharma son producidas por los laboratorios Pfizer y Moderna) para que el cuerpo aprenda a combatir dos tipos de antígenos a la vez , en una sola inyección (one shot), y apuntan - por ahora- a la variante ancestral del COVID, la llamada Wuhan, y la actualmente dominante en todo el mundo, la Ómicron y sus sublinajes. Las vacunas bivalentes tienen en su matriz genética dos cepas distintas.
Ya existen otras inmunizaciones que se aplican en la actualidad bajo esta metodología de “doble ataque”, y el ejemplo más cercano son las vacunas antigripales; que incluso agrupan más variantes, y se presentan como trivalentes, pentavalentes y más.
En el mundo, la carrera de las vacunas bivalentes ya se ha iniciado y con fuerza: el Reino Unido fue el primer país en autorizar las dosis rediseñadas a mediados de agosto 2022, a través de la la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA, por sus siglas en inglés). Luego, el 31 de agosto pasado, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) Estados Unidos, aprobó las vacunas bivalentes contra Ómicron tras la recomendación de su panel de asesores independientes. Recientemente, también la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) avaló el uso de estas inmunizaciones.
¿Cuándo estarán disponibles en la Argentina?
Según pudo saber Infobae, el Ministerio de Salud de la Nación mantiene un diálogo sostenido y fructífero con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre el acceso a las vacunas bivalentes por parte de la autoridad sanitaria nacional. Pero aún no hay conversaciones concretas sobre en qué fechas llegarán los primeros lotes a la Argentina.