El presidente Javier Milei participó del primer Tedeum de su mandato en la Catedral Metropolitana, despertó tímidos aplausos de la gente que se acercó a ver la ceremonia y se fue insultado por un grupo de personas que lo esperaban en las afueras del templo porteño.
En una mañana casi invernal, con escasa concurrencia de curiosos y en medio de un nutrido operativo policial, el jefe de Estado comenzó su cronograma de actividades por la fecha patria bien temprano con un desayuno junto a sus funcionarios en Casa Rosada, donde compartieron el histórico chocolate con pastelitos, para luego realizar la tradicional caminata a la Catedral.
Al arribar al templo porteño desde Casa de Gobierno, acompañado por el Regimiento de Patricios, pasadas las 9.30, lo aguardaban frente a la fachada del histórico edificio religioso simpatizantes del mandatario y los reporteros gráficos con sus cámaras listas para retratar un momento
Durante la clásica caminata hasta la Catedral, el jefe de Estado se mantuvo del brazo de la vicepresidenta Victoria Villarruel, y estuvo secundado por el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem y el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala.
Junto al mandatario estuvieron además la canciller Diana Mondino, el ministro de Defensa, Luis Petri, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, la titular de Capital Humano, Sandra Pettovello, el ministro de Economía, Luis Caputo, el de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, Patricia Bullrich de Seguridad y Mario Russo, de Salud.
En tanto, la previa de la jornada tuvo como telón de fondo las versiones que dan como seguro el alejamiento del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien finalmente también fue de la partida, pero su llegada pasó desapercibida y fue ignorado por el Presidente durante los saludos a la salida del evento.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, fue otro de los que participó del acto en la Catedral y protagonizó un simpático episodio junto a Lorenzo de 6 años, quien llegó desde la localidad de Rojas porque es fan de los granaderos. "Ama esto, ama a Granaderos, venimos siempre que podemos, y es un orgullo que lo dejen ser parte de esa formación...", dijo en declaraciones televisivas su mamá.
Aunque la prensa no pudo ingresar para tomar parte de la ceremonia en el interior de la Catedral, una pantalla dispuesta frente al edificio sobre Plaza de Mayo mostró en directo la solemnidad en el interior del templo; el Presidente caminando hacia el altar para ubicarse en primera fila y la voz del arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva resonando con un mensaje que buscó interpelarlo.
"Tenemos que tomarnos en serio las parálisis de nuestro pueblo. Sabemos que hay parálisis que no se pueden procrastinar: su postergación en nombre de un futuro prometedor generarían consecuencias nefastas por irreversibles en la vida de las personas y por lo tanto de toda la sociedad, un precio muy alto a pagar que no nos podemos permitir", manifestó el Arzobispo.
En el exterior, la gente, que fue llegando en cuentagotas, algunos cuando ya había iniciado el evento, observaba con respeto y la familiaridad de quienes han asistido a este evento año tras año.
"Viva la Patria”, fue el grito que más sonó por parte de los concurrentes, aunque, a la salida del evento, un grupo de personas que esperaban al mandatario lanzaron una serie de insultos que fueron acallados por los gritos de otro sector del público presente.
Durante la mañana, el viento frío de mayo trajo también el olor del chocolate caliente, ya que hicieron acto de presencia los vendedores ambulantes, que aprovecharon la oportunidad para ofertar la bebida en combo con torta fritas por 2000 pesos.
“Es la primera vez que presencio este evento tan maravilloso. Tengo simpatía por el presidente, pero más allá de eso vine a honrar a mi patria”, contó Georgina (39), que vino por primera vez al evento desde Chivilcoy.
También dejó sus impresiones para este medio Miguel (56), quien arribó desde Coronel Suárez para ver la ceremonia y estar cerca del mandatario nacional. "Queríamos presenciar este momento y acompañar. Es lo segunda vez que vengo y soy seguir del presidente porque apostamos a un cambio. Tenemos fe e ilusión de que esto vaya para mejor.
Concluida la ceremonia en la Ciudad de Buenos Aires, el mandatario partió rumbo a Córdoba para celebrar un acto que promete generar reacciones en esa provincia.
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