La ministra de Economía Silvina Batakis dijo "Hay que pasar el invierno y en septiembre, va a aflojar la presión sobre las reservas de dólares del Banco Central porque disminuirá la demanda de energía y salida de divisas para importaciones de petróleo y gas". El Gobierno se esperanza con que la corrida cambiaria y las presiones sobre la inflación también van a aflojar. El dilema para la Ministra de Economía es cómo llegar a septiembre con la incertidumbre generalizada y sin precios relativos en buena parte de la economía real.
Ese es parte de los argumentos que usa la ministra de Economía para intentar llevar calma en medio de la peor corrida cambiaria de los últimos años y conseguir el apoyo político de los gobernadores e intendentes oficialistas que la visitaron durante toda la semana en el Palacio de Hacienda.
La promesa recurrente que expone Batakis en la mayoría de los encuentros que son organizados por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, es que quedan por lo menos dos meses de dura crisis cambiaria e inflacionaria, y que el problema está atado al aumento de la demanda de energía para evitar el desabastecimiento tanto en familias como industrias, en medio del frío y de la guerra en Ucrania.
Batakis descarta -por ahora- imponer cortes de energía programados como consecuencia de la escasez de combustibles pero advierte sobre la crisis que sí están programando países de Europa y EEUU. Ellos, dice Batakis, ya dijeron que van a tener problemas de energía durante el invierno en Europa y están hablando de cortes programados, pero aclara que en Argentina estamos en el epicentro de la crisis y que si se extiende la crisis, el año próximo el gasoducto Néstor Kirchner permitirá aumentar la energía para el consumo interno y para exportar y generar divisas.
En medio de la fuerte corrida cambiaria con el dólar blue trepando los $336 en otra jornada de incertidumbre por la falta de precios relativos que mantiene casi paralizada toda la economía real, la ministra reunió al equipo económico para anunciar una leve flexibilización para la compra de dólares a turistas extranjeros, que le permita al Banco Central captar los dólares de turismo receptivo para sumar a las reservas.