La renuncia de Martin Guzmán al Ministerio de Economía no solo implica un fuerte golpe al presidente Alberto Fernández en la interna del Frente de Todos, sino que le deja al menos cinco “papas” calientes a quien sea su sucesor. La danza de nombres para su reemplazo va desde el desembarco de Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados y una pata clave en la alianza gobernante, hasta los economistas Emmanuel Álvarez Agis, Martín Redrado y Cecilia Todesca.
Pero sea quien sea quien lo suceda en el Palacio de Hacienda, tendrá desde el primer minuto urgentes acciones a encarar: la principal es sin dudas la inflación; contener la tensión con el dólar, que se acrecentó en las últimas semanas. con el dólar blue y los financieros en máximos históricos y con una sangría de reservas, que el BCRA apuntó a cerrar con el torniquete a las importaciones y el fin de las cuotas para los servicios puerta a puerta.
Además, la salida de Guzmán pone en dudas cómo seguirá el programa de segmentación de subsidios a las tarifas de gas y luz, por el cual el saliente funcionario apuraba la quita de la asistencia estatal al 10% de la población con ingresos superiores a $355.000.
Obligará también a redefinir la negociación con el Club de París: Guzmán iba a viajar este lunes 4 de julio a Francia para renegociar la deuda por US$2200 millones con ese grupo de países acreedores. El objetivo era lograr un nuevo entendimiento para destrabar el financiamiento de las agencias de crédito de las principales potencias mundiales para las exportaciones y las inversiones en el sector energético, como el gasoducto Néstor Kirchner.
Sin tanto apuro, pero no menos importante será la relación y qué pasará con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tiene revisiones trimestrales. El acuerdo sellado en marzo y defendido por Guzmán fue una de las principales críticas que tuvo el kirchnerismo hacia su gestión económica.
Un nuevo ministro que llega con el dólar blue en valores récord y un mercado más que en tensión
La brecha entre el dólar blue y el mayorista se ubica por encima del 90% e impacta en las expectativas de devaluación brusca del peso, algo que Guzmán y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, se cansaron en remarcar que no iba a suceder.
La atención de los mercados estará puesta en el nombre de quién finalmente será designado como sucesor de Guzmán en el Palacio de Hacienda. El dólar blue abrirá este lunes a $239, su máximo histórico nominal, mientras que los financieros operan cerca de $250. El feriado del Día de la Independencia en EE.UU. dará un poco de tiempo para la reacción de los financieros al cambio de ministro.
El margen de maniobra es más que acotado, pero el nombre del nuevo ministro tendrá peso en las “expectativas”: si el mercado le da o no tiempo dependerá en mucho de la confianza que emane quien resulte elegido para el cargo.
El reemplazante de Guzmán deberá pilotear el nerviosismo que se apoderó en las últimas dos semanas no sólo con el dólar sino con el pago de los bonos de la deuda: los títulos reestructurados por el propio Guzmán en 2020 cayeron por debajo de 20 centavos de dólar, mientras que los de la deuda en pesos terminaron la semana en verde, porque el Banco Central realiza compras para sostener los precios.
La inflación que no cede y junio habría cerrado por arriba de lo que prometía Martín Guzmán
Los altos índices de inflación, que tocaron un pico de 6,7% en marzo y tuvieron una leve desaceleración en abril y mayo, serán parte de los primeros desafíos que deberá abordar el reemplazante de Guzmán en Economía.
La inflación de mayo fue de 5,1% y acumuló 60,7% en 12 meses, la cifra más alta en 30 años. Según las estimaciones de las consultoras económicas, la inflación de junio se ubicaría por encima del porcentaje de mayo, entre 5% y 5,4%.
Con esos guarismos, el acumulado del primer semestre habría sido en torno a 36%. El dato del INDEC se conocerá recién el jueves 14 de julio. Pero si se confirman las previsiones privadas, se revertirá la desaceleración de precios que tanto auguraba Guzmán.
Qué va a pasar con la inscripción y la segmentación de las tarifas de luz y gas
El capítulo energético fue desde hace más de un año uno de los mayores dolores de cabeza de Guzmán. Energía está integrada por funcionarios que responden a Cristina Fernández: Darío Martínez; el secretario del área, Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica al que quiso echar en mayo de 2021; y los titulares de los entes reguladores (Soledad Manin, ENRE; Federico Bernal, Enargas) responsables de poner en marcha la suba de tarifas y la quita de subsidios como herramienta para bajar el déficit fiscal, como se acordó con el FMI.
La segmentación de tarifas, para quitar subsidios al 10% de mayor capacidad económica, se dilató y recién el jueves pasado se conoció el formulario en la que todos los ciudadanos con sueldos menores a $355.000 debían pedir mantener la asistencia estatal para las tarifas de gas y luz.
El viernes 1 de julio debería haberse habilitado la inscripción on line, pero no ocurrió. Esa demora, en parte por la decisión de Martínez de delegar en Planeamiento Energético, a cargo de Santiago López Osornio, un hombre de la confianza de Guzmán que también dejaría su cargo.