El extitular de Enarsa, Antonio Pronsato declaró ante el juez Daniel Rafecas en la causa que investiga presuntas irregularidades en la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. Dijo que los caños de 36 pulgadas son los adecuados y reconoció que renunció por las demoras en el avance de la obra y la falta de coordinación entre los organismos intervinientes.
Pronsato, que llegó a la gestión de la mano del exministro de Planificación Federal Julio De Vido, dejó su cargo como titular de Enarsa en el que se encontraba desde febrero de este año, en medio de la fuerte interna en el área energética del Gobierno. Esto motivó que fuera citado a declarar por Rafecas.
El juez incorporó a Pronsato como testigo y definió dos audiencias orales con expertos de las cuatro empresas que extraen gas en Vaca Muerta (Pluspetrol, YPF, Tecpetrol y Total Austral) y especialistas de las empresas TGS y TGN (Transportadora Gas del Norte y del Sur), del Enargas y de la Facultad de Ingeniera de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Pronsato renunció a su cargo como titular de la empresa ejecutora a cargo del proyecto del gasoducto Néstor Kirchner el 30 de mayo. Apenas días antes de que comenzaran las sospechas sobre la obra por los dichos del entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas sobre un pliego de licitación “hecho a la medida de Techint” por parte de funcionarios que responden a Cristina Kirchner.
Distinto a lo que había hecho circular en la prensa y que finalmente le costó el cargo, ante el juez, Kulfas le bajó el tono a sus declaraciones y negó estar al tanto de hechos de corrupción en los pliegos de la licitación.
No trascendieron oficialmente los motivos por los que Pronsato dejó el cargo, pero el exfuncionario hizo saber que estaba enojado por la demora en el avance de las obras desde mediados de abril. Eso lo confirmó este lunes ante el juez Rafecas, pero también habló de una notoria falta de coordinación entre los distintos organismos intervinientes.
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