El Gobierno decidió inmovilizar un avión de carga con bandera venezolana que pertenecía a una empresa iraní y tiene sanciones de Estados Unidos. En la aeronave viajaron al menos cinco iraníes y una docena de venezolanos. “Se les retuvo el pasaporte, solo pueden salir del país en un vuelo de línea”, dijo una fuente de la PSA.
El avión, un Boeing 747 Dreamliner de la empresa Emtrasur, aterrizó el lunes en el aeropuerto de Córdoba por la neblina que había en Buenos Aires, pero luego llegó a Ezeiza, donde lo estaban esperando con información de inteligencia que habían aportado varias agencias internacionales. Rápidamente intervino la PSA, la Aduana, Migraciones y la PFA en un operativo conjunto. “Transportaba autopartes para una empresa automotriz, se revisó la carga varias veces, pero no se encontró nada extraño y fue liberada”, dijo una alta fuente de la PSA.
Sin embargo, en el avión viajaban al menos cinco iraníes, algunos de ellos con supuestos vínculos con la Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en operaciones de inteligencia militar.
El Gobierno decidió retenerles los pasaportes mientras se define la situación del avión.
Entre la tripulación también había una docena de venezolanos. A las autoridades argentinas les sorprendió la cantidad de personas, más del doble de lo necesario.
“Tienen una estadía provisoria. En este momento pueden salir del país únicamente en un avión de línea, pero no pueden subirse al avión de Emtrasur”, explicó a Infobae una fuente oficial, al tiempo que destacó la coordinación regional con los gobiernos de Chile, Uruguay, Paraguay y Chile.
Hasta esta noche, todos los integrantes de la tripulación esperaban una definición del conflicto diplomático en un hotel de la localidad de Ezeiza.
Una de la hipótesis, por estas horas, es que el viaje a Buenos Aires es parte de una maniobra más profunda. “Serían pruebas de reconocimiento de rutas”, deslizó uno de los investigadores.
El escándalo se filtró a partir de un pedido de informes firmado por Gerardo Milman y otros diputados de Juntos por el Cambio. En esa presentación le pidieron al Gobierno detalles sobre el avión venezolano con matrícula YV3531. “Dado el comportamiento enigmático del vuelo, la propiedad cuanto menos confusa de la aeronave y la composición de la tripulación, es que solicito a mis pares que me acompañen en el presente proyecto”, dice el proyecto en sus fundamentos.
El miércoles a la tarde, el avión intentó viajar a Uruguay para cargar combustible y de esa manera poder regresar a Venezuela, pero el gobierno de ese país decidió cerrar el espacio aéreo y le impidió la maniobra. Por ese motivo, volvió a Ezeiza.
“Vinieron desde México, tenían un acuerdo con un broker para cargar combustibles pero se les cayó en el camino. En ese momento ni YPF ni Shell le van a cargar combustible”, explicó una fuente al tanto del operativo.
La aeronave pertenecía hasta hace muy poco a la empresa iraní Mahan Air, sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de los EE.UU. Por ese motivo, varias agencias internacionales vienen siguiendo hace meses el recorrido del avión. “Hace quince días estuvo en Paraguay y supuestamente llevó una carga de cigarrillos a Aruba”, apuntó un funcionario que monitoreó el operativo.
Aunque el episodio ocurrió en el aeropuerto de Ezeiza, todavía no intervino la justicia federal. “No hay un delito, es un tema administrativo”, explicaron desde el Gobierno.
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