El Gobierno buscará profundizar el vínculo con el ala dialoguista de la Confederación General del Trabajo (CGT). Como gesto de buena voluntad, evitará impulsar reformas sindicales en el corto plazo. El Ejecutivo descarta presentar un proyecto de ley con los puntos del DNU 70/23 que fueron frenados por la Justicia, como la optatividad del pago de la cuota solidaria.Lo mismo aplica para la penalización de las asambleas de trabajadores y de las medidas de fuerza, junto con la eliminación de la ultraactividad (prórroga) de los convenios colectivos, que busca imponer los acuerdos específicos por sobre el resto. Tampoco tienen en carpeta limitar las elecciones sindicales y modificar el esquema de obras sociales. La Casa Rosada no reglamentó el artículo 94 de la Ley Bases, que habilita despidos en casos de bloqueos a las empresas. Definió excluirlo del decreto tras una serie de negociaciones con los lideres gremiales que encabezaron el jefe de gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero. La mesa chica de Nación celebró la salida de Pablo Moyano (Camioneros) de la central sindical y busca mantener la mesa de diálogo con Gerardo Martínez (UCORA) y Héctor Daer (Sanidad) para evitar paros. “No somos una gestión anti-sindicalista. Hablando nos entendemos”, aseguraron en Balcarce 50.
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