La Casa Rosada tensa las negociaciones con gobernadores y se prepara para extender la prórroga del Presupuesto 2023. El Ejecutivo analizó el impacto fiscal de las medidas que le pidieron los mandatarios provinciales y sostiene que “generan déficit”. El Gobierno asegura que la aplicación de los pedidos significarían $3700 millones para el Tesoro y reconoce que las conversaciones están trabadas. Los jefes provinciales también expresan que no hubo un acercamiento de posiciones con Nación. Los cercanos a Javier Milei sostienen que prefieren ampliar la prórroga para manejar la distribución de fondos de manera discrecional. El sector más ortodoxo del Ejecutivo quiere evitar el control directo del Congreso y mantiene la postura de que “no afecta la toma de crédito internacional que no haya presupuesto”.
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