La audiencia judicial de conciliación entre el presidente Alberto Fernández y la titular del PRO, Patricia Bullrich, fracasó luego de que la dirigente opositora se negara a retractarse después de haber dicho que el Gobierno intentó obtener un retorno para promover la llegada a la Argentina de la vacuna Pfizer contra el coronavirus.
La audiencia había sido convocada por el titular del juzgado civil 21 de la Ciudad de Buenos Aires, Luis Sáenz, en el marco de la demanda que el jefe de Estado presentó contra la exministra de Seguridad con el objetivo de que se retractara después de haber acusado al gobierno.
El presidente y la dirigente opositora en ningún momento estuvieron cara a cara, sino que participaron de la audiencia desde despachos separados dado que la titular del PRO en ningún momento estuvo dispuesta a retractarse.
"Fue una audiencia de conciliación típica que inicia con la parte actora y la demandada en salas separadas", explicó una fuente judicial al tanto de los detalles, quien añadió luego se le ofrece a la parte actora la posibilidad de pasar a un mismo salón que la parte demandada.
Fue en ese momento que el Presidente le dijo al juez que el cruce entre las partes solo tenía sentido si Bullrich estaba dispuesta a retractarse y, según pudo reconstruir Télam de fuentes seguras, enfatizó: "Estoy acá porque no soy corrupto ni ladrón, estoy defendiendo mi honor".
Ante la negativa de Bullrich a retractarse, el juez abrió el caso a prueba, acto que dispuso ante el abogado Gregorio Dalbón, representante legal del Presidente en esta demanda, y la parte demandada.
Al retirarse de la sede judicial a la que debió presentarse, Bullrich sostuvo que "la audiencia no existió", la definió como una "parodia", y acusó al Presidente de haberse escondido "estando ahí adentro", a la vez que confirmó que no se había retractado.
"Hemos ratificado nuestros dichos, mi opinión de que él (por el Presidente) no podía desconocer que no se estaba firmando un acuerdo con Pfizer que le podía salvar la vida a cientos de miles de argentinos porque él había estado con los directivos de la empresa", dijo la titular del PRO en declaraciones a la prensa.
Las declaraciones por las que Bullrich fue demandada no se circunscribieron a una crítica política por la demora que hubiera podido tener la llegada de la vacuna Pfizer a la Argentina, sino que incluyó la denuncia pública de que el Gobierno habría pedido coimas a cambio de facilitar el ingreso al país de esas vacunas, algo que fue desmentido por el propio laboratorio.
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