Pese a los intentos del Gobierno nacional por abrir canales de diálogo, la Confederación General del Trabajo (CGT) acumula presiones de distintos sectores gremiales y no descarta la convocatoria a un nuevo paro general. El día clave será este jueves, cuando el consejo directivo de la central obrera se reúna para debatir la continuidad del plan de lucha lanzado en los primeros días de la gestión de Javier Milei, en respuesta al primer proyecto del mega DNU que finalmente no avanzó en el Congreso. Si bien puertas adentro de la CGT hay quienes buscan imponer una postura cautelosa tras haber lanzado ya dos paros generales (24 de enero y 9 de mayo) contra la administración libertaria, coexisten sectores que desconfían de los canales de negociación propuestos por el Gobierno y presionan por una nueva medida de fuerza en el corto plazo. El secretario de Trabajo, Julio Cordero, recibió a los líderes de la entidad madre del sindicalismo en el marco del diálogo social que impulsa el Gobierno y la intención de acordar el decreto reglamentario de la reforma laboral. Sin embargo, la reunión no generó el efecto esperado por el Ejecutivo y, horas más tarde, llegaron las primeras advertencias. “Si no cumplen, veremos qué camino adoptar”, adelantó Andrés Rodríguez, jefe del gremio de los estatales (UPCN) en alusión a los reclamos elevados ante Cordero, como el retiro de la apelación a un fallo favorable a los gremios contra la reforma laboral, el avance de la formación de una comisión tripartita y la suba del piso del Impuesto a las Ganancias, tras la restitución del tributo a la cuarta categoría.
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