Desde la asunción de Alberto Fernández la deuda pública del Estado argentino aumentó US$51.195 millones, con una marcada aceleración en el último año. Al cierre de abril el pasivo del país trepó a US$374.260 millones, lo que implica un crecimiento de US$51.195 millones respecto al existente a diciembre de 2019.
La dinámica ascendente se aceleró en el último año producto de la fuerte emisión para financiar el déficit fiscal.
De esta forma desde abril del año pasado la deuda bruta se incrementó US$36.041 millones.
Según precisó el Ministerio de Economía, este incremento es producto de un alza de US$2.250 millones en moneda extranjera y US$33.791 en moneda local.
Esta situación es producto de la imposibilidad del Gobierno de tomar deuda en el mercado voluntario y en consecuencia está obligado a la financiación en el mercado interno.
Los títulos públicos suman US$223.991 millones, de los cuáles US$64.175 millones están en moneda nacional y US$169,802 en moneda extranjera.
Ante la necesidad de tomar deuda en pesos, los agentes financieros locales le reclaman instrumentos que los cubran de la inflación. De esta forma, dentro de los títulos en moneda nacional la deuda ajustada por CER aumentó en un año US$ 12.455 millones hasta llegar a US$ 52.632 millones.
Por su parte, los compromisos con organismos internacionales ascendió al 30 de abril a US$ 71.594 millones. De este monto, al FMI se le adeudan US$ 44.658 millones.
Si se compara con marzo, la deuda se redujo US$2.019 millones.
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