Mientras funcionarios del Gobierno sostienen que hay “muchos militares detenidos sin causas” y hablan de “venganza” contra represores detenidos, La Cámpora, agrupaciones de derechos humanos, la Izquierda, la CGT y un sector de los gremios marcha a Plaza de Mayo por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Durante los últimos días, con el rechazo a las medidas de la gestión de Javier Milei como telón de fondo, hubo muestras de acercamiento entre sectores de la oposición que años anteriores estaban distanciados. La CGT realizó un acto junto a movimientos de DDHH en la sede de Azopardo, y personalidades como la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto; la referente de Madres-Línea Fundadora, Tati Almeida; y el Premio Nobel de La Paz, Adolfo Pérez Esquivel, compartieron escenario con Rodolfo Daer y otros líderes de la central obrera.
La imagen vuelve a replicarse a una escala mayor: los organismos encabezados por Abuelas y Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, realizarán el acto central junto a la CGT, las dos CTA y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). La convocatoria fue realizada para las 12, y a las 14 se leerá el documento oficial, que incluirá fuertes críticas al gobierno libertario.
La CGT realizó otra actividad bajo la consigna “Nunca más miseria planificada”. Allí se afirmó que Milei tiene “el mismo programa económico” empleado por la última dictadura cívico-militar.
“Antes la subversión y ahora los zurdos. Así, ganan los pocos que vienen ganando mucho y pierde el conjunto del pueblo. Por eso se niega que fueron 30.000. Por eso, la vicepresidenta que visitaba a Videla en la cárcel hoy saca el busto de Néstor (Kirchner) del Senado”, sostuvo el comunicado.
La Cámpora vuelve a marchar desde la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) hacia Plaza de Mayo. Este 24 de marzo se da en un contexto especial para el kirchnerismo: se cumplen 20 años desde que Néstor Kirchner descolgó los cuadros de los represores de la Casa Rosada, un gesto que marcó el impulso posterior del kirchnerismo a medidas apuntadas a la “reparación de la memoria” y a los juicios a militares implicados en delitos de lesa humanidad.
Las elecciones nacionales de 2023 marcaron un quiebre histórico, y se puso en cuestionamiento la mirada oficial de las últimas dos décadas en cuanto a las políticas relacionadas con los Derechos Humanos. La asunción del gobierno de Milei implicó el fortalecimiento de la visión contrapuesta sobre el terrorismo de Estado y las reivindicaciones de las víctimas de la dictadura. Tanto el Presidente como la vice, Victoria Villarruel, sostuvieron públicamente que “no hubo 30 mil desaparecidos” y marcaron allí puntos de coincidencia que no suelen tener en temas centrales de la gestión, como quedó evidenciado en los últimos días.
Esta semana, la vicepresidenta Victoria Villarruel se refirió a la denuncia que hizo la agrupación HIJOS sobre una militante que fue golpeada y abusada por hombres que irrumpieron en su casa: “Que investigue la Justicia. Durante varios años estuvieron hablando de Santiago Maldonado, de Julio López y estaban ellos en el poder. ¿Qué pasó? ¿No llegaron nunca a la verdad? O cuando la verdad finalmente se supo, no les gustó. Hay que cortarla con el relato que hace la Izquierda”.
Los cruces siguen por estas horas y prometen tomar máxima temperatura mañana. Horas antes de la movilización, Eduardo “Wado” de Pedro, actual senador nacional y referente de La Cámpora, anunció la presentación en el Congreso de un proyecto para conmemorar, este 24 de marzo, “los 20 años de la recuperación de la ex ESMA, un símbolo del terror que Néstor y Cristina transformaron en un espacio de memoria reconocido hoy como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco”. En la red social X, el exministro del Interior agregó: “El compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia es inquebrantable por más que intenten negar nuestra historia”.
“Los tienen hace 15 años sin causa. Eso, en un Estado de derecho, no puede pasar: esas personas no pueden seguir presas. Y se sacó el beneficio de los 70 años. Es absolutamente para discutirlo, sobre todo en aquellas personas que no tuvieron acción directa y están sin causas”, sostuvo la ministra de Seguridad de la Nación.
Y profundizó: “Los jueces tienen que ordenar eso y realmente animarse a estar en el marco de lo que las leyes y los convenios internacionales marcan en Argentina. Eso lo defiendo. Ya se ha convertido en una venganza”.
Bullrich opinó que los Derechos Humanos “se han usado en los últimos 20 años como una daga ideológica de aquellos que formaron parte del kirchnerismo y grupos de Izquierda”.
”¿Qué pasa si yo voy a una marcha del 24 de mayo? ¡Me matan! Deformaron los derechos humanos. Los convirtieron en una daga contra aquel que piensa distinto”, dijo.
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