El presidente Javier Milei contempla la posibilidad de que el próximo otoño sea muy conflictivo por varios factores económicos. El primero tiene que ver con la inflación. Pese a que haya cedido, luego de un fogonazo del 25%, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) está en niveles muy altos. Los salarios continúan en caída, las ventas corren el mismo camino y los precios siguen aumentando. Desde el Gobierno temen que muchas empresas que lograron mantener su personal hasta ahora no puedan sostenerse. Por eso esperan que en las próximas semanas comiencen las suspensiones, la reducción de horas extras o hasta algunos despidos. Todo este cóctel aumentaría la conflictividad social, mientras la Casa Rosada se enfoca en lograr un acuerdo con los gobernadores para aprobar la ley Ómnibus a libro cerrado. También esperan que el DNU no sea rechazado en el Congreso y, luego, firmar el Pacto de Mayo. Con todos esos conflictos en la mira, Javier Milei insiste en que el Gabinete debe mostrarse lo más unido posible y no generar problemas internos que se puedan sumar a una situación conflictiva. El Presidente no quiere fugas en los próximos meses.
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