“Más que una Ley Ómnibus, serán varias combis”, sugerían desde el entorno de Javier Milei en su primera semana en la Casa Rosada. Finalmente, la estrategia fue otra y fracasó. Ahora, el Gobierno relanza su plan para acelerar el paquete de reformas y espera dar pasos cortos, pero firmes. El ministro del Interior, Guillermo Francos, y el asesor presidencial, Santiago Caputo, reactivaron las negociaciones con la oposición para avanzar en medidas de desregulación económica consideradas clave para la gestión, y que entraron en puntos suspensivos tras la primera gran derrota que sufrió el Gobierno en el Congreso.  Milei quedó con pocas herramientas y los legisladores todavía deben tratar el mega DNU, que también corre riesgo de caerse. Dos reveses en los primeros tres meses sería un golpe duro para la administración de La Libertad Avanza (LLA). Por tal motivo, dos de los dirigentes de mayor confianza del Presidente intentan tender puentes con los jefes del resto de los bloques y recomponer los vínculos que se deterioraron durante el tratamiento del megaproyecto. La estrategia es reflotar la Ley “Bases”, aunque en un nuevo formato que consistiría en dividir el proyecto original -consta de 664 artículos- en “varias partes”. Y además, dejar atrás la intransigencia, el ir a todo o nada, que hasta ahora no arrojó buenos resultados para el Gobierno.