Un nutrido grupo de intendentes de capitales y de ciudades importantes de provincias se reunieron durante dos horas en la Casa de Córdoba, en la Ciudad de Buenos Aires, de donde surgió un documento en el que le exigen al Gobierno nacional que revierta la decisión de eliminar los subsidios para las tarifas del servicio público de pasajeros. También, entre otros puntos, piden una urgente reunión con el Ministro del Interior, Guillermo Francos.
Entre lo más importante de la "reunión B" de los jefes municipales de este jueves, casi en simultáneo con el de sus pares que integran la Federación Argentina de Municipios (FAM), advirtieron que buscarán frenar las disposiciones de la Casa Rosada, a través del Congreso de la Nación y con presentaciones judiciales.
El grupo tiene 40 miembros, hasta ahora, se autodenominaron Red Federal de Intendentes y sus cabezas visibles, por peso específico propio, son Pablo Javkin, de Rosario, y Daniel Passerini, de Córdoba. Además, están Guillermo Montenegro, de Mar del Plata; Juan Manuel Llamosas, de Río Cuarto; Rosario Romero, de Paraná; Juan Pablo Poletti, Santa Fe; Jorge Jofré, Formosa; Mariano Gaido, de Neuquén, y Raúl Jorge, de San Salvador de Jujuy. Entre estos estos distritos suman cerca de 10,5 millones de habitantes.
En el documento que se hizo público, los intendentes indicaron que el Estado financia el 90% del costo del transporte en colectivo en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, mientras que en el interior sólo cubre un 25%. "Mientras estábamos debatiendo cómo afrontar esta inequidad, nos encontramos con una nueva decisión del Gobierno Nacional actual que termina por derrumbar las posibilidades de funcionamiento normal del transporte público en las ciudades. Una decisión inconsulta, equivocada y de consecuencias nefastas para el interior de nuestro país", agregaron.
Fideicomiso de Infraestructura de Transporte
Para mitigar el hachazo de esos recursos, pusieron el acento en que promoverán ante los legisladores nacionales de las provincias un proyecto de ley que modifique la estructura actual de distribución de la recaudación del "Impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono", para que el 28,58% destinado al Fideicomiso de Infraestructura de Transporte, se redistribuya de la siguiente manera: un 50% al SISVIAL y un 50% para las compensaciones de los sistemas de transporte público de pasajeros del interior del país.
Tras el encuentro y en declaraciones públicas, Javkin, de Rosario, advirtió que el boleto de ómnibus no podría valer "menos de $1.000" si se elimina el Fondo Compensador al transporte público. Y advirtió que es una quita selectiva que generará una mayor distorsión entre lo que se paga en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) y el interior del país. "Somos más de 45 ciudades que prestamos servicio de transporte en el interior del país en donde los boletos ya oscilan entre los $500 y los $300. O sea, estamos hablando de no menos que duplicar o triplicar esa tarifa, lo haría imposible el funcionamiento del servicio", dijo.
Desde el norte, su par Jorge, de la capital jujeña, agregó: "las tarifas que van a surgir de la falta de subsidios son imposibles de pagar para una multitud enorme de argentinos". "Me parece que esto debe frenarse, deben entender que acá no hay una cuestión corporativa en contra de nadie, sino una verdadera preocupación que ya estamos sintiendo los intendentes", cerró.
Los jefes municipales indicaron que si no tiene respuestas de la Casa Rosada hasta la próxima semana, impulsarán otras acciones ante la inminencia del inicio de las clases, período en el que el transporte público cumple un rol clave.