La intendenta de San Miguel de Tucumán, la peronista Rossana Chahla, acusó a la oposición de Juntos por el Cambio de instar a un golpe institucional y denunció que recibió amenazas de muerte luego de haber echado a 550 empleados pasados a planta sobre el final de la gestión de su antecesor, Germán Alfaro.
“Es muy preocupante el grado de violencia, y hay personas que instan a esa violencia”, comentó la jefa municipal y apuntó contra “exfuncionarios que alteran la paz social, y concejales y legisladores que han sido elegidos por el pueblo”. “Hoy quieren dar un golpe institucional”, sostuvo a la prensa.
La funcionaria denunció que recibió amenazas de muerte. “En Whatsapp dicen ‘la van a matar’. Ya hice la denuncia penal correspondiente”. “Hablan de ir a mi domicilio. Llama la atención los funcionarios que actúan de esta manera”, agregó.
“Esto puede terminar en algo muy grave. Si con este grado de violencia hay un herido o muerto, voy a responsabilizar a estas personas que instan a la violencia a la gente”, afirmó la intendenta, que fue electa con un triunfo ajustado sobre Beatríz Ávila, esposa a Alfaro.
Además, sostuvo que “tiene pruebas” y que “ya están en manos de la fiscal”. “Voy aportando los datos para que se identifique a estas personas que atentan contra la paz social”, subrayó.
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