Con un resultado más holgado de lo que anticipaban los sondeos y los comandos de campaña, Sergio Massa logró dar vuelta la elección en ocho de las 19 provincias que Unión por la Patria había perdido en las elecciones primarias de agosto.
El ministro de Economía recuperó Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, La Rioja, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Tucumán, 8 provincias de las 16 que le había arrebatado Milei en las PASO, y le ganó a Patricia Bullrich en Corrientes y Entre Ríos, donde había ganado Juntos por el Cambio. La exministra de Seguridad solo anotó un triunfo, el de la Ciudad de Buenos Aires.
Además de la elección clave en la provincia de Buenos Aires, en donde Massa le sacó más de 17 puntos a Milei, haber logrado dar vuelta el resultado en ocho provincias, -entre ellas Tucumán, el quinto distrito en cantidad de electores de todo el país-, fue determinante para haber pasado al frente y haber logrado dejar a Bullrich afuera del balotaje.
El rol clave de los gobernadores e intendentes
Con la contundente derrota del oficialismo en las PASO, la búsqueda de responsables apuntó al rol de los gobernadores e intendentes peronistas, bajo la sospecha de que habían jugado para el corte de boleta y creció el enojo por el desdoblamiento de las elecciones para no ser arrastrados en sus propios territorios por el resultado de la elección presidencial.
Pasado el primer cimbronazo y puestas sobre la mesa los pases de facturas, UxP salió a reorganizarse. Desde los más críticos de Massa, como Juan Grabois, hasta los principales referentes de La Cámpora y del kirchnerismo duro, los gremios y las organizaciones sociales salieron a encolumnarse detrás del tigrense, en un reordenamiento al que el peronismo suele estar acostumbrado en tiempos de crisis políticas que lo llevan al borde del abismo. Aunque no siempre con buenos resultados.
En el corazón del peronismo estaban convencidos de que en la provincia de Buenos Aires en esta elección los votos se traccionarían desde abajo hacia arriba, desde las intendencias a la presidencia, y los resultados de este domingo le dieron la razón. Se combinó el trabajo militante casa por casa y el llamado de los jefes comunales a votar boleta completa, como no había sucedido en las primarias.
Casi en un espejo, una situación similar se dio en las provincias, las mismas que desdoblaron elecciones con un magro resultado para el oficialismo.