Sergio Massa aún no definió donde será el cierre de campaña y tampoco se confirmó la presencia de Cristina Fernández ni del presidente Alberto Fernández. La falta de coordinación y definición de actividades sobre la hora es un síntoma que se observa en la campaña del oficialismo y que se explica por el poco tiempo de trabajo conjunto que tienen los equipos de Massa, Eduardo “Wado” de Pedro y los representantes de Cristina Kirchner en la mesa de campaña.
Lo que parece estar más claro es que Axel Kicillof tendrá un acto de cierre el miércoles en provincia de Buenos Aires en el que estará el ministro de Economía. Luego el jueves podría ser el cierre nacional de la fórmula Massa-Rossi, que se especula podría ser en La Plata, aunque hay versiones que indican que no se descarta usar el microestadio de Tecnópolis o elegir otro punto del conurbano.
El cierre de campaña del gobernador bonaerense suma tensión con la posibilidad de que pueda mostrarse nuevamente junto a Juan Grabois, rival de Massa en la interna y quien confía en sumar 5 o 6 puntos en las PASO lo que podría poner en riesgo el objetivo del tigrense de ser el pre candidato más votado en las PASO, escenario que en el Frente Renovador, dicen, traerá calma a los mercados.
Dudas sobre la presencia de Alberto Fernández y Cristina Kirchner en el cierre de campaña
Como sea, lo que durante el fin de semana se discutirá y podría tener una definición recién el próximo lunes es de qué manera se realizará el acto de cierre de Massa y si en el escenario estarán el Presidente y la Vicepresidenta, enemistados desde hace tiempo y con roles totalmente distintos en la actualidad política de Unión por la Patria. Alberto Fernández lleva adelante su propia agenda que consiste en poner en valor su gestión y contrastar los números de su gobierno con el de Mauricio Macri mientras que Cristina Kirchner sigue de cerca la campaña pero sin una presencia marcada.
En el inicio de la campaña Massa se enfocó en mostrar la unidad de UXP y se mostró tres veces con Cristina Kirchner, encabezó una reunión de gabinete con Alberto Fernández, luego se mostraron en el gasoducto y hasta se fotografió con Daniel Scioli tras el frustrado intento del motonauta por ser pre candidato presidencial. “Si quiere preservar la idea de unidad deberían estar todos en el cierre pero hasta ahora eso no está confirmado”, dicen.
En este último tramo de la campaña, Massa se abocó al centro del país. Visitó Mendoza, San Luis y Córdoba. Allí fue en busca del voto peronista moderado y de un sector del electorado indeciso. Incluso en el territorio cordobés, uno de los más esquivos al kirchnerismo, el ministro de Economía se animó a decir que en caso de llegar a la presidencia el mando lo tendrá él y no Cristina Kirchner. “En el comienzo de la campaña se kirchnerizó, pero en este tramo es claro que se dio cuenta que ese voto no hay que fidelizarlo y cambió un poco el rumbo”, sostiene un dirigente cercano al funcionario.
Para la próxima semana Massa tenía planificado un viaje a Santa Fe que ahora está en duda, ya que la prioridad estaría en la provincia de Buenos Aires. Se esperan recorridas todos los días, con particular énfasis en la tercera sección electoral. El tigrense necesita levantar en el territorio bonaerense. Los números de acuerdo a las encuestas son dispares y en el oficialismo hay quienes se muestran excepticos de estas cifras. Eso sí, todos coinciden en que la elección en la madre de todas las batallas será ajustada. De ahi que se entiende el motivo por el que Kicillof se muestra con Grabois.
Para estos últimos días, Massa elevará el tono de sus críticas a la oposición con advertencias al electorado sobre los supuestos planes de ajuste que prepara Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Insistirá en la idea de que la inflación puede golpear el bolsillo de los trabajadores, pero que la oposición propone cerrar las fábricas. “Progreso contra destrucción, ese es nuestro discurso”, repiten.
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