Las manchas de sangre encontradas en la casa de Nicole Chamorro, la mujer trans detenida por el crimen de Fernando Pérez Algaba, no corresponden a la del empresario descuartizado en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge.
El estudio de laboratorio despejó la sospecha e incluso fue más allá, ya que ni siquiera era sangre, a pesar de que se habían encontrado rastros biológicos en casa de la mujer, ubicada a pocas cuadras de donde fue encontrado el cuerpo descuartizado.
La acusación que pesa sobre ella, única detenida, es de partícipe secundaria de homicidio, pues se sospecha aportó la valija en cuyo interior se encontraron los brazos y las piernas de Pérez Algaba el martes pasado. El abogado de Nicole había asegurado que eran manchas de salsa y no de sangre las encontradas.
Por ahora sigue detenida, pues el lunes pasado el juez de garantías de Lomas de Zamora Sebastián Monelos le denegó la excarcelación.
En la indagatoria ella se negó a declarar y por ahora es la única detenida de la investigación, cuya principal hipótesis es que fue asesinado por un ajuste de cuentas debido a que el empresario debía miles de dólares a mucha gente.
Ahora, se va a peritar una camioneta que utilizaba el empresario para determinar si hay rastros biológicos. La misma había sido abandonada en el partido de General Rodríguez, la última ubicación conocida del empresario, el 18 de julio pasado.
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