Diputados continuará diferenciándose del Senado e intentará sesionar una vez antes del cierre de listas del mes próximo. Además, la Cámara baja, que comanda Cecilia Moreau, ya activó una nueva visita al recinto del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien busca cumplir con lo que dicta la Constitución -no lo hicieron sus antecesores, como por ejemplo, Santiago Cafiero- y asistir una vez por mes al Congreso para dar un informe de gestión.
A pedido del propio oficialismo, la actividad en Diputados tuvo un patrón durante el corriente año: exprimir el juicio político contra la Corte Suprema de Justicia, que continuará el martes próximo con una nueva ronda de testigos. Sin embargo, muchas comisiones pudieron reunirse -incluso, durante las sesiones extraordinarias de febrero pasado y el pleno aprobó proyectos y sancionó algunas leyes.
Con una semana corta por los feriados del jueves y viernes, y una actividad casi nula en el Congreso -funcionarias nacionales y especialistas expondrán mañana sobre la creación de una pensión reparatoria para travestis, en una reunión que hará la comisión de Mujeres y Diversidad de Diputados-, la Cámara baja planea sesionar sobre el final del corriente mes -en el mejor de los casos- o dejar el encuentro en el recinto para las primeras semanas de junio.
En tanto, entre el 13-14 del mes próximo se presentaría Rossi, quien ya asistió a Diputados en abril y en mayo al Senado. En su última aparición -es decir, en la Cámara alta-, el funcionario dijo: “Durante estos casi 40 años de democracia hemos vivido diferentes debates, donde distintos sectores fuimos interpelados. Fueron interpelados los militares, la iglesia, los dirigentes sindicales, empresarios, los dirigentes políticos siempre. Pero cuando se quiso interpelar a la Justicia, se puso el escudo de la independencia judicial”.
Si bien ya existen un puñado de iniciativas dictaminadas, el Frente de Todos -que maneja Germán Martínez- tiene la tarea de firmar el despacho del flamante proyecto de blanqueo negociado con los Estados Unidos, en el marco del acuerdo FATCA. En la oposición ya aparecieron divisiones entre bancadas, con rechazos desde algunos sectores de Juntos por el Cambio y guiños iniciales de otros espacios, que piden cambios inevitables para dar un eventual acompañamiento al texto.
“A seis meses de dejar el gobierno, envían un proyecto de blanqueo de capitales. Lo principal para una iniciativa de este tipo es generar confianza (algo que demolió el oficialismo). ¿Quién va a querer entrar en un blanqueo de un gobierno que cae por un tobogán? ¿Algunos amigos?”, preguntó el jefe del radicalismo en la Cámara baja, Mario Negri.
Una mirada distinta tuvo el jefe del interbloque federal, Alejandro “Topo” Rodríguez. El diputado, si bien opinó días atrás de manera personal -y no en nombre de toda la bancada- que ve con buenos ojos la iniciativa, dejó claro que, si el Frente de Todos no quita la figura del “colaborador”, se pondrá en riesgo un eventual acompañamiento. Sobre este punto, desde el Ministerio de Economía deslizaron que la propuesta establece un acuerdo de colaboración para que la AFIP obtenga información y pueda localizar y detectar bienes no declarados tanto en el país como en el exterior.
“Es positivo que se apunte a regularizar el cumplimiento con las responsabilidades tributarias y, en la medida que se está planteando como un mecanismo voluntario, cumple con las condiciones necesarias en este tipo de normas. En tal sentido, es un avance que amplía las posibilidades hoy vigentes. En lo que respecta a la figura del ‘colaborador’, debería ser excluida de la propuesta. No es pertinente”, aseveró Rodríguez.
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