Juan Grabois deja de ser un dirigente social para transformarse en un referente político, un hecho que parece no tener vuelta atrás. Hoy, en el micro estadio de Ferro Carril Oeste, ubicado en el barrio porteño de Caballito, se lanzará de manera oficial como el primer precandidato presidencial del Frente de Todos para competir en las PASO. La única posibilidad que el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y del partido Frente Patria Grande resigne su aspiración presidencial es que los kirchneristas, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, o el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, decidan enfrentarse a los dirigentes peronistas que están en danza y que están a las antípodas de sus posiciones: Sergio Massa, ministro de Economía; Daniel Scioli, embajador argentino en Brasil; Jorge Capitanich, gobernador chaqueño; Agustín Rossi, jefe de Gabinete; Juan Manzur, gobernador de Tucumán. “Va a ser una PASO ideológica”, afirman los seguidores de Grabois.
Hasta el momento, ni los primeros ni los segundos manifestaron su decisión de competir, aunque todo puede cambiar. Kicillof declaró que buscará su segundo mandato y se debate en desdoblar o no las elecciones generales en el principal distrito electoral.
A nadie se le escapa que tanto la decisión del mandatario provincial y del ministro de la Nación dependen, en buena medida, de la voluntad de su jefa política, la vicepresidenta Cristina de Kirchner quien, al igual que el jefe de Estado, ya declinaron competir por un tercer y segundo mandato.
“La diferencia de Juan (Grabois) a la de Axel y Wado es que él es su propio jefe. No depende de nadie que esté por arriba de él, por eso, decidió lanzarse el viernes en Ferro Carril Oeste”, dijeron a Infobae desde el entorno del abogado y líder social.
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