El discurso de Cristina Kirchner en La Plata abrió un nuevo escenario en la discusión de candidaturas. O no. Tras la alocución de la titular del Senado, la dirigencia que llegó hasta La Plata se reconoció en el mismo lugar en el que estaban dos horas antes de hacer su ingreso a la Sala Ginastera: con pocas certezas sobre el futuro electoral inmediato de la ex mandataria y a la vez con la confirmación de que conducirá el espacio. El día después, la discusión sigue abierta.
“No se bajó ni se subió”, advirtió el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires e histórico dirigente de La Cámpora, hoy al frente del armado de La Patria es el Otro, Andrés “Cuervo” Larroque. El funcionario que este jueves siguió el discurso junto a la plana mayor del peronismo K bonaerense, también dijo -en declaraciones a Futurock- que “lo que está planteando Cristina Kirchner es que tratemos de dimensionar cuál es el desafío porque ni mandrake resuelve esto con una candidatura, se requiere un movimiento de conciencia política y de organización popular que pueda asumir el debate en Argentina”. Lo que dice Larroque sin decirlo es lo que se habla en los ámbitos de discusión del cristinismo: que es la única capaz que puede estar al frente de ese “movimiento de conciencia política”.
Para el sector más comprometido con aquella idea de romper “con la proscripción que pesa sobre la vicepresidenta”, no hubo renunciamiento alguno el jueves en La Plata. Al contrario. “La única garantía de que esto cambie es Cristina. No hay plan B para nosotros. No nos confundamos”, agregó este martes el intendente de Ensenada, Mario Secco, en una entrevista con AM 750.
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Detrás de las palabras de Larroque, Secco y otros dirigentes también está la urgencia por contener y no desesperanzar al grueso de la militancia kirchnerista que ayer colmó las inmediaciones del Teatro Argentino en el centro de la capital bonaerense y que lo hace cada vez que hay una aparición pública de la ex mandataria. Ese grueso de gente no paró de cantar “Cristina presidenta”. “Presidenta no, no…”, planteó CFK. Aunque trazó un contexto electoral, con las alusiones no explícitas a Javier Milei y la plana mayor de Juntos, el debate que puso sobre la mesa la ex mandataria nacional fue más allá de una candidatura.
Secco, sostiene que no hay plan B. El plan A sigue siendo Cristina Kirchner candidata. El plan A -bis, en todo caso- es lo que defina la Vicepresidenta. Allí radica la estrategia. Por eso, hoy, el kirchnerismo prefiere no hablar de candidaturas.
Habrá otra proclamación que el cristinismo espera que sea masiva para “convencer” a la vicepresidenta para que revea aquella decisión -lanzada tras el fallo en primera instancia por la Causa Vialidad que la condenó a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos- de “no voy a ser candidata a nada”. Será el próximo 25 de mayo -a casi un mes del cierre de listas- que además se cumplen 20 años de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia del país. Se habla de una marcha multitudinaria a Plaza de Mayo.
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