El Senado sesionó por primera vez en los últimos cinco meses con un temario consensuado, tras la polémica suscitada hace dos semanas producto de una fuerte discusión que llevó a Juntos por el Cambio a abandonar el recinto.
Con la presencia de la familia Dupuy en el recinto, la Cámara Alta aprobó por unanimidad la Ley Lucio, la normativa que busca prevenir la violación de derechos de los niños y adolescentes.
También fue sancionada la ley de Alcohol Cero, con 48 votos afirmativos y 9 en contra. Se trata de la iniciativa que prohíbe a los ciudadanos manejar vehículos en rutas nacionales con más de cero miligramos de alcohol en sangre.
Además, el Senado aprobó por unanimidad la creación de juzgados y fiscalías en Santa Fe. Esto permitirá reforzar la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico en esa provincia.
Con esta legislación, se abrirán 27 puestos de fiscales, 9 cargos de defensores, 6 jueces con funciones de garantías, otros 6 con funciones de revisión y dos jueces con funciones de juicio y ejecución. De esta manera, se podrá adecuar la estructura judicial para implementación del sistema acusatorio, en el que se dividen con claridad las funciones de los fiscales y los jueces.
A su vez, se aprobó la iniciativa para ampliar el Programa de Cardiopatías Congénitas y la renovación automática del Certificado Único de Discapacidad; entre otros proyectos.
Cristina Kirchner presidió la sesión durante los primeros 45 minutos, luego se retiró y le dejó su lugar a Claudia Ledesma Abdala, la presidenta provisional de la Cámara Alta. A minutos de votarse la normativa inspirada en la trágica muerte de Lucio Dupuy, la titular del Senado regresó y volvió a encabezar la sesión.
Presenció también la aprobación del reconocimiento de la lengua de señas argentina como idioma viso gestual y se retiró nuevamente, quedando a cargo Ledesma Abdala. Durante el tratamiento de varios proyectos presidió Carolina Losada -como vicepresidenta de la Cámara Alta-. La Vicepresidenta se hizo presente otra vez para la votación de la ley de Alcohol Cero y después dejó el recinto.
Tras cinco meses frenado, volvió a sesionar el Senado
La grieta en la política argentina no da tregua y menos aún en un año electoral. El Congreso de la Nación no escapa a esta situación, más bien lo contrario, es un fiel reflejo de los enfrentamientos entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. A tal punto que hacen muy complejo el normal funcionamiento del Poder Legislativo. Y la peor parte se la lleva la Cámara alta: el Senado no sesionaba desde hace casi 5 meses.
El último intento de sesionar terminó en escándalo, luego de que una discusión por el reglamento derivara en el abandono del recinto por parte de Juntos por el Cambio, dejando la sesión inconclusa. La intolerancia política dejó truncos este y otros proyectos que se aprestaban a aprobar en un temario acordado previamente.
Ante este panorama, los últimos días tuvieron como objetivo bajar los decibeles de los enfrentamientos. La acción estuvo lejos de micrófonos y flashes, con la misión de destrabar la situación y volver a sesionar con normalidad. Y hubo un principio de acuerdo, al menos en los papeles: oposición y oficialismo presentaron un pedido formal para sesionar el mismo día, a la misma hora.
El miércoles pasado, los principales referentes de JxC presentaron formalmente un pedido de sesión para el jueves 13 de abril a las 14: esto es, para el mismo día que el PJ bonaerense y La Cámpora, bajo la conducción de Máximo Kirchner, convocaron a una movilización para respaldar a Cristina Kirchner, frente a los tribunales federales de Comodoro Py. Tras el planteo opositor, el Frente de Todos presentó su propio pedido para el mismo día y a la misma hora.
El trasfondo que desnudó el episodio de la última sesión es que el Frente de Todos ya no controla la mayoría en el Senado, sede política del poder de la Vicepresidenta, y está obligado a negociar, algo que no sucedió en los últimos tres años de Gobierno. Al contrario, la oposición dio ciertas señales de unidad que, de volverse recurrente, podría configurar una nueva mayoría en la Cámara Alta.