El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, prepara por estas horas la convocatoria a las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para la provincia de Buenos Aires, que se celebrarán el mismo día que las elecciones nacionales. De esta forma quedará descartada la posibilidad de que la provincia de Buenos Aires vote por separado a la elección nacional, al menos en lo que refiere a las Primarias. Sucede que, para modificar la fecha, se debería tener el aval de la Legislatura bonaerense para modificar la Ley 14086, que es el marco normativo para la realización de las elecciones primarias. Hoy el oficialismo bonaerense no tiene la cantidad de votos necesarios para imponer leyes, sin acuerdo de la oposición.
Sin embargo, la posibilidad de que en el territorio bonaerense se elija gobernador y vice de manera separada a la elección nacional a presidente no está del todo descartada y el final es abierto. Es que, a diferencia de las PASO que se rige a través de una ley propia, la ley electoral de la provincia de Buenos Aires -es decir para las elecciones generales- sí le permite al mandatario establecer la fecha que quiera. Solo como condición se aclara que “la convocatoria para toda elección será hecha por el Poder Ejecutivo con no menos de sesenta (60) días de anticipación a la fecha que se señale para el comicio y expresarán en su caso el número de senadores o diputados a elegirse en cada sección, y el de concejales o consejeros escolares con sus respectivos suplentes que deberá elegir cada distrito electoral”. Así lo establece el artículo 66 de la ley electoral. La convocatoria se hace a través de un decreto.
Distinta es la situación con las PASO. La norma de las primarias -que en rigor en la provincia de Buenos Aires se describen como “Primarias, abiertas, obligatorias y simultáneas”- tiene un párrafo en su artículo 2 que es determinante y expresa que “cuando el Poder Ejecutivo Nacional, convoque a elecciones primarias nacionales, para Presidente y Vice y/o Parlamentarios del MERCOSUR y/o Diputados Nacionales y/o Convencionales Constituyentes, la fecha de realización de las elecciones Primarias obligatorias y simultáneas provinciales, se realizarán el mismo día”. Esa aclaración achica el margen de acción de Kicillof.
Para cambiar este punto, Kicillof debería haber enviado un proyecto de ley a la Legislatura, previo acuerdo político con el resto de las fuerzas, o habilitar alguna iniciativa desde la propia Cámara de Diputados o del Senado bonaerense. A finales del año pasado se barajó la posibilidad. En rigor, en la previa de cada elección en la provincia de Buenos Aires el tema vuelve a sobrevolar. “Estoy abierto a la discusión. He escuchado a sectores de un lado y del otro. La discusión está vigente, pero no porque sea mi voluntad. Reflejo que hay una discusión en curso”, decía Kicillof en diciembre del año pasado, en una entrevista al diario La Capital de Mar del Plata, cuando la discusión volvía sobre la dirigencia bonaerense donde orbitan intendentes del PJ y La Cámpora.
La jugada del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, estableciendo que la Ciudad de Buenos Aires tendrá elecciones concurrentes reavivó la discusión de qué hacer en la provincia de Buenos Aires. En la Ciudad, la definición política de Larreta abrió una crisis interna en el PRO. En lo reglamentario se votarán cargos locales -jefe de Gobierno, legisladores y comuneros- en las mismas fechas que se harán las elecciones nacionales (fórmula presidencial y diputados): 13 de agosto las PASO, 22 de octubre las generales y 12 de noviembre el balotaje (en caso de ser necesario). La Provincia aún debe definir cuándo serán las elecciones generales. Kicillof lo podrá decidir hasta 60 días antes de la fecha elegida.
En lo estratégico, el Frente de Todos “necesita” de la tracción de la provincia de Buenos Aires para la elección nacional, entendiendo que el territorio bonaerense alcanza al 38% del padrón electoral nacional y que -a priori- Kicillof estaría competitivo para ir por la reelección bonaerense; al menos ese es su objetivo.
Pero a la vez, en una dinámica simbiótica, si el escenario PASO termina imponiéndose en el peronismo para definir la candidatura presidencial, el gobernador necesita de un candidato -o candidata- que sea de peso “arriba”, como también del empuje de los intendentes “de abajo”.
A diferencia del 2019, esta vez hay un nuevo actor en la competencia electoral: el libertario Javier Milei. El espacio del diputado liberal todavía no definió candidato a la gobernación. En La Plata, miran con atención esa definición. Interpretan que en una elección general, Avanza Libertad, podría quitarle votos a la opción que termine imponiéndose en Juntos. Aunque reconocen, también, que no deja de ser un riesgo a nivel nacional. La particularidad es que en la provincia de Buenos Aires no hay ballotage y se gana por un voto. El próximo capítulo será la convocatoria a la elección general, con la PASO ya resuelta.
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