Mientras el Frente de Todos se consume en una interna feroz en el país, el Presidente Alberto Fernández cumplió con su agenda internacional y viajó a Chile para reunirse con su par trasandino Gabriel Boric. Además, encabezó la ceremonia de conmemoración del 205° aniversario del Abrazo de Maipú, en lo que significó el reencuentro con Boric tras los cruces mediáticos con los ministros del país vecino.
“Tengo el orgullo de ser tu amigo y sabes que siempre podes contar conmigo. Siempre te acompaño y también al pueblo de Chile. Se lo mucho que trabajás por tu país”, expresó el mandatario argentino sobre el final de la conferencia de prensa que compartió con su par chileno. Y envió un mensaje a sus detractores en el gobierno de Boric: “Dejen de atribuirme malestar con Chile, que no lo tengo. Los quiero mucho más de lo que piensan”.
Antes en su alocución, Fernández había manifestado que “a veces veo con dolor que expresiones que tengo con mi pensamiento son interpretadas aquí como actos de hostilidad a Chile. Lo único que siento por Chile es amor. Y tengo un enorme reconocimiento por cómo han trabajado para mejorar su democracia”, aclaró el Presidente. “La cordillera no es una pared que nos divide, sino que son montañas que nos unen. No podemos pensar Argentina y Chile de un modo que no sea unidos”, remarcó.
En tanto, Fernández informó que Argentina formalizó el ingreso al Unasur y mañana Brasil hará lo propio. “Tenemos que trabajar juntos para hacer un Unasur de estos tiempos. Tenemos que garantizar que sirva al desarrollo económico de nuestros pueblos, integrando nuestras empresas. Siempre preservando la defensa de la democracia y de los derechos humanos”, sentenció.
A su turno, Boric también eligió bajar los decibeles del enfrentamiento entre ambos gobiernos. Para ello, eligió contar una anécdota. “Hace un par de meses tres regiones de nuestra patria se estaban quemando de manera descontrolada y lo llamé a Alberto para pedirle ayuda. Inmediatamente me mandó un helicóptero y un grupo de brigadistas, en menos de 24 horas. La solidaridad entre nuestros pueblos es fundamental”.
Ambos mandatarios compartieron un encuentro virtual al mediodía en la residencia oficial de la Embajada argentina en Chile denominado “Alianza de países de América Latina y el Caribe contra la inflación”, convocado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, junto a los jefes de Estado de Belice, Juan Antonio Briceño; de Bolivia, Luis Arce Catacora; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric Font; de Colombia, Gustavo Petro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Honduras, Xiomara Castro y de San Vicente y las Granadinas, Ralph Everard Gonsalves. Allí se confirmó una reunión presencial en mayo próximo en la Ciudad de México.
Las tensiones entre la diplomacia argentina y chilena
Alberto firmó la carta del Grupo de Puebla, que cuestionó con dureza a la Justicia chilena por el caso de presunta corrupción política de la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), que se remonta a 2014 e involucra al dirigente de centroizquierda Marco Enríquez Omimami. Allí se denunció una supuesta maniobra de jueces y abogados cercanos al expresidente Sebastián Piñera para aplazar el juicio y perjudicar supuestamente al excandidato presidencial chileno.
Semanas después, Alberto Fernández volvió a cuestionar al sistema judicial chileno en una carta que le envió a su par de Ecuador, Guillermo Lasso. Allí, el Presidente hizo una alusión a la teoría del lawfare al afirmar que “a todos debe lastimarnos que en su Patria, como en la mía, como en Brasil o como en Chile la Justicia se haya puesto al servicio de quienes persiguen opositores”.
En aquel entonces, el ministro Cordero afirmó que no se “atrevería a opinar sobre el desempeño de los jueces de la Justicia argentina”. “Desde el punto de vista institucional, me parece improcedente e impropio el contenido”, afirmó. “Me parece que desconoce cuestiones elementales del funcionamiento del sistema de enjuiciamiento criminal en Chile y, por lo tanto, el Ejecutivo no solo respeta, sino que promueve y ampara la independencia judicial y la autonomía del Ministerio Público”, sentenció.