En la Ciudad de Salta, la reciente celebración festiva dejó al descubierto el incumplimiento de la normativa que regula el uso de pirotecnia sonora. A pesar de la vigencia de la Ley Provincial N° 8340, que prohíbe el uso, comercialización, fabricación, acopio y expendio de elementos pirotécnicos con efectos sonoros, las explosiones y estruendos dominaron la noche de Navidad, generando malestar y denuncias por la falta de control por parte de las autoridades para hacer cumplir con la normativa votada por amplia mayoría en su momento. La ONG Padres TEA, que representa a familias con integrantes que padecen Trastornos del Espectro Autista (TEA), fue una de las voces más contundentes en denunciar la falta de controles y la evidente permisividad en la comercialización de estos productos. Luis González, titular de la organización, destacó que la ausencia de supervisión estatal permitió que la pirotecnia sonora se comercializara de manera indiscriminada, incluso en el centro de la ciudad, donde cada pocos metros se observaban puestos de venta, según señaló a la prensa.
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