El viernes último, un siniestro vial colmó la paciencia de los vecinos de Tres Cerritos que viven en los alrededores de la Plaza conocida como “la Casita de Belén”. El hecho ocurrió alrededor de las 22 cuando un joven que circulaba por calle Los Almendros en sentido Este-Oeste, perdió el control del automóvil por la alta velocidad con la que doblaba en una de las esquinas, y terminó chocando con uno de los árboles. De milagro el hecho no produjo víctimas, ya que por la hora es habitual que distintos grupos se junten en la zona. Una vecina salió al escuchar el choque increpando al conductor, señalándole lo que podría haber ocurrido si atropellaba a los chicos y chicas que estaban allí. Tristemente la normalidad solo dura los minutos en los que se hace presente la policía con patrullas y efectivos, pero luego todo vuelve a ser tierra de nadie. En la época de actividad escolar los ruidos, griteríos y picadas solo se producen durante fines de semana, pero en vacaciones es cosa de todos los días. Si el tema fuera solo cuestión de los ruidos, otro sería el cantar, pero el riesgo son las picadas y la alta velocidad que los vehículos adquieren en pocos metros, con el peligro que significa para los delivery que pululan en la zona o para posibles caminantes nocturnos, los que cada vez son menos por lo terrible de la actividad que se desarrolla. Urge que se adopten medidas de seguridad vial no solo con la presencia de policías, sino que ya es de suma necesidad el uso de reductores de velocidad, no solo por los transeúntes eventuales sino por los propios protagonistas que no conformes con ser testigos de los diversos siniestros viales, se tornan rápidamente en protagonistas. El reclamo de los vecinos es constante y en cada reunión con los policías de la comisaría 3era se reitera.
- Actualidad Local