La connotación negativa que se le adjudica al martes 13 está rodeada de supersticiones. A menudo, alrededor del mundo las personas sufren ante la llegada de un martes 13 un temor ingobernable y padecen de trezidavomartiofobia, una patología en la que en días como estos sufren de ansiedad, miedo e inseguridad.
El martes 13 tiene mala fama en las culturas más diversas, desde tiempos inmemoriales y parece estar relacionado con creencias religiosas, mitológicas y leyendas históricas. En España, Grecia y algunos de los países de América Latina, como Cuba, Uruguay, Paraguay, Argentina, Chile, Perú, Venezuela, México, Colombia, Ecuador y otros, se lo considera un día de mala suerte. En las culturas anglosajonas se ha trasladado al viernes 13, mientras que en Italia es el viernes 17.
En vez de cuestionar el gran poder que acarrea esta superstición, decidimos aprovechar la fecha para poner a trabajar a la energía a nuestro favor.
Te acercamos 3 rituales ideales para guiar la energía y los pensamientos hacia un lugar que te beneficie o, al menos, que no te perjudique. ¿A ver si convocamos la buena suerte?
Ritual de la sal: ¿por qué se hace cada primer domingo de mes?
Primer domingo del mes: cómo hacer el ritual de la sal para llamar a la abundancia
1- Ritual para alejar la mala suerte en martes 13
Vas a necesitar:
Una vela blanca.
Un bolígrafo.
Una hoja de papel.
El paso a paso:
Encender la vela blanca.
Escribir en un papel: “Con este ritual disuelvo toda la energía o pensamiento negativo que pretenda perturbarme”.
Doblar el papel y quemarlo con la llama de la vela.
Dejar que la vela se consuma.
2- Ritual del martes 13 para atraer la buena suerte al hogar
Este es ideal para quienes habitan una casa nueva o cuando se tienen planes o preyectos importantes que querés manifestar en el corto plazo.
Se necesita:
Una vela de cualquier color.
Un objeto con punta como pinza de tejer o simplemente un lápiz.
Una hoja de laurel.
El paso a paso:
Hay que dibujar sobre la vela algún símbolo de relevancia personal: trébol, corazón, moneda, entre otros.
Encender la vela y caminar por los rincones de la casa repitiendo: “Espíritus y seres de luz que me traen buenas vibraciones, agradezco vuestra ayuda y pido que alimenten mi hogar con la misma buena energía. Que reine la armonía y que ninguna mala energía venga para quedarse”.
Quemar una hoja de laurel con la llama de la vela. Visualizá los momentos positivos con las personas que viven en casa.
Dejá que se consuma la vela.
Vos creás tu suerte: ¿cómo elegir y construir las creencias que nos potencian?
3- Ritual para transformar la energía en lo que necesitás
Vas a necesitar lo siguiente:
Una olla.
Un litro de agua.
Un recipiente de cristal.
Azúcar, si tu objetivo es llamar la buena suerte o deseás mantenerla.
Sal si lo que buscás es cambiar la mala suerte por buenas vibras.
El paso a paso:
Poner a hervir el agua con la sal o el azúcar dependiendo de lo que escogiste.
Verter caliente en el recipiente de cristal.
Llevarlo por toda la casa dejando desprender el vapor repitiendo la frase: “Que salga lo malo y entre lo bueno”.
"En martes, ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes", dice el antiguo refrán que ilustra en parte la superstición. En días como estos muchos evitan realizar actividades importantes porque lo consideran de mal augurio. Pero, ¿de dónde viene la aversión a la fecha?
Marte era el Dios romano de la guerra, por lo cual el día martes está regido por el planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia, y trece eran los asistentes a la Última Cena de Jesús: doce apóstoles y él. A Judas, el traidor, se le considera el número 13. Además es en el capítulo 13 del Apocalipsis donde se habla de "la bestia de siete cabezas".
En el Kabbalah judío también se habla de 13 espíritus malignos, y en la mitología nórdica, Loki, el dios del mal, es el decimotercero invitado a una cena de dioses. En el tarot, la carta que se asocia a la muerte lleva el número 13.
Ambas convicciones (la del día y la de la cifra) se combinaron, tal vez por primera vez, el martes 13 de abril de 1204, cuando cayó Constantinopla en la Cuarta Cruzada. Algunas leyendas indican que también un martes 13 se produjo la mítica confusión de las lenguas en la Torre de Babel. Y para el poeta, escritor y periodista español Marcos Rafael Blanco Belmonte, el origen de la leyenda se remonta al martes 13 de junio de 1276, cuando la población de Játiva (actual Valencia) fue tomada por los musulmanes.
Sin embargo, las connotaciones negativas que se le otorgan al martes 13 no tienen fundamentos científicos. No obstante, lo que sabemos es que el día martes y el número 13 estuvo y están asociados a la desgracia, por lo que, en la mayoría de los países latinoamericanos, la fecha es sinónimo de que algo malo puede pasar.
El mandato de esta fecha es terminante: no te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes, consigna respetada por creyentes e incrédulos, por las dudas. Porque las brujas no existen, pero que las hay, las hay.
Efeméride pagana de los latinoamericanos y de algunos pueblos europeos, como los españoles y los griegos, desde tiempos inmemoriales diversas culturas contribuyeron a que el número 13 tenga mala prensa.