El lunes, a partir de las 8.30, declarará la última testigo (psicóloga) y a continuación se llevarán a cabo los alegatos y se conocería la sentencia.
El juicio unipersonal es presidido por el juez Marcelo Rubio. Por el Ministerio Público interviene el fiscal penal de la UDIS 1, Federico Obeid. La defensa del acusado está a cargo de Facundo Martín Burgos. En la parte querellante se desempeña Sandra Domene.
Según consta en la causa, la damnificada G. M. P. refirió que en una fecha indeterminada de 2012 fue a bailar al boliche que en ese momento administraban su hermana y el marido. El imputado trabajaba en el local como relacionista público (RRPP). Ella lo conocía. A la salida él le propuso ir a la casa de una pareja amiga. Estuvieron ahí hasta cerca de las 8 y ella le dijo que ya quería irse. El acusado se ofreció a llevarla y le avisó que primero iba a pasar por su casa, en Tres Cerritos, a buscar algo. Ella le pidió que la acercara antes a su departamento, pero él hizo caso omiso.
Fueron al domicilio de Sánchez, él subió, ella se quedó en el auto. Cuando regresó, el acusado tenía una botella de agua de 500 centímetros cúbicos y se la ofreció. Ella bebió bastante. A continuación la llevó a dar vueltas por Tres Cerritos. La denunciante refirió que él conversaba y ella sentía que se dormía. Llegaron a su domicilio y ella le indicó que la dejara abajo, pero el bajó del auto e insistió en acompañarla. Ella sentía mucho cansancio, subieron y se quedó dormida en el sillón.
La denunciante sostuvo que Sánchez la accedió carnalmente en contra de su voluntad, sin que ella pudiera resistirse debido al estado en que se encontraba (bajo los efectos de alguna sustancia). Sostuvo que cuando despertó sentía un dolor de ovarios muy fuerte. Solo vestía remera y corpiño, no tenía pantalón y su ropa interior estaba cortada.
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