Los dos mayores partidos del Congreso peruano, el derechista Fuerza Popular (FP) y el izquierdista Perú Libre (PL), se unieron para designar al legislador Alejandro Soto como titular de la mesa directiva del cuerpo, lo que lo ubica primero en la línea de sucesión de la presidenta del país, Dina Boluarte, en momentos en que se reinician las protestas antigubernamentales.
Luego de muchas negativas, los líderes de FP, Keiko Fujimori, y PL, Vladimir Cerrón, hicieron pública el lunes esta alianza, con el objetivo de controlar a la mesa directiva del Legislativo, que este martes se estrenó con la elección de las nuevas autoridades.
La lista presidida por Soto, integrante del partido derechista Alianza por el Progreso (APP), se impuso a la liderada por el centroderechista Luis Aragón, de Acción Popular (AP), con 77 a 39 votos, además de 4 en blanco y 8 nulos.
La vicepresidencia primera quedó en manos de Hernando Guerra García, de Fuerza Popular; la segunda recayó en Waldemar Cerrón, de PL, y Roselli Amuruz, del partido derechista Avanza País, quedó a cargo de la tercera.
El nuevo titular del Congreso, quien reemplazaría a Boluarte en caso de que renuncie o sea destituida por este Legislativo, es un abogado cusqueño de 63 años, egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Andina del Cusco en 1990.
Cuenta con una maestría en Derecho Civil y Procesal Civil en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco y un doctorado en la misma casa de estudios.
Soto fue regidor distrital entre 1996 y 2002 para, posteriormente, ejercer como conductor de radio y televisión en medios regionales.
"En momento difíciles para nuestro país, que atraviesa una innegable crisis política, asumo el compromiso de la representación nacional para presidir el Congreso de la República el periodo 2023-2024", dijo Soto durante su intervención en el Parlamento.
El nuevo presidente de la mesa del Congreso señaló que el "diálogo, tolerancia y pluralidad" serán sus principales líneas de acción, y se mostró convencido de que "todos" los parlamentarios y políticos del país están "comprometidos no solo con la defensa del Congreso, sino con la defensa del orden constitucional".
"Convoco a todos los congresistas para que juntos asumamos el compromiso de trabajar por el fortalecimiento de nuestra institución. Invoco a la representación nacional a defender el fuero parlamentario. No podemos permitir que se denigre a una institución fundamental", dijo, citado por la agencia Europa Press.
Apenas se anunció el martes, el acuerdo entre Fujimori y Cerrón fue duramente criticado por la exparlamentaria Indira Huinca, una referente de la izquierda peruana, para quien se trató de "una alianza inmoral", y la razón por la que "el pueblo los rechaza y exige que se vaya este Congreso corrupto”.
“Nunca olvidemos que el fujimorismo es una mafia que persigue a la izquierda. Perú Libre es un grupo de traficantes del pueblo. Traidores de quienes votaron por el cambio en 2021”, agregó.
El Congreso, al que las encuestas dan una aprobación popular de apenas 6%, ya había visto acercamientos entre FP, que se inspira en el encarcelado expresidente Alberto Fujimori, y PL, que se autoproclama marxista leninista.
Esa cercanía, bautizada con ironía por algunos medios de prensa como “fujicerronismo”, ya les había permitido a ambos partidos imponer varias medidas con bajo respaldo popular. Eso generó especulaciones sobre una lista unida, negada por portavoces de ambos lados hasta que el martes anunciaron el acuerdo.
Los congresistas de izquierda Jaime Quito, Alex Flores y Alfredo Pariona renunciaron a PL como protesta por este acuerdo con el fujimorismo. No son los primeros que emigra; la bancada que era originalmente de 37 miembros bajó ya a 13 en dos años.
Perú Libre había sorprendido en 2021 al ganar la presidencia con Pedro Castillo, quien, ya en el poder, se retiró del partido por discrepancias.
En esa fórmula también fue elegida como vicepresidenta Boluarte, quien pasó a gobernar tras la destitución de Castillo en diciembre pasado. Ya para entonces, la ahora presidenta había sido expulsada de PL por sus permanentes choques.
El anuncio también expuso una fractura en la derecha “dura”, concretamente en el bloque formado por FP, Avanza País y el partido Renovación Popular, ya que este último rechazó cualquier arreglo con PL.
Pero en el resto de ese espacio se le dio visto bueno a la alianza: “En el Congreso hay que concertar y los que se ponen exquisitos, que se jodan”, dijo el martes el ex primer ministro Ántero Flores Aráoz. “(Los que critican) que se vayan a llorar al Muro de los Lamentos”, desafió.
El politólogo Roger Santa Cruz le dijo el martes a Télam que la política peruana está en un momento en el que el pragmatismo se impone sobre las ideologías, por lo que a FP y a PL lo que les importa es generar condiciones para imponer sus intereses.
Aunque radicalmente distanciados en los discursos político y económico, el fujimorismo y el cerronismo sí mantuvieron coincidencias en concepciones sociales conservadoras, lo que implica posiciones similares contra el aborto, la educación sexual escolar, el enfoque de género y los derechos de la comunidad LGTBI, entre otros.
Además, según Santa Cruz y otros analistas, las dos fuerzas lograron proteger a varios de sus miembros y colaboraron en la denunciada toma de instituciones como el Tribunal Constitucional, la Fiscalía o la Defensoría del Pueblo mediante la colocación de adeptos.
“Debemos dejar la cultura de una izquierda nacida solo para oponerse, la izquierda tiene que prepararse para gobernar”, justificó la alianza en medio de las críticas Vladimir Cerrón, inhabilitado para la política por haber sido condenado por actos ilegales cometidos como gobernador del departamento andino de Junín.
La elección de la presidencia del Congreso es el primer acto de una semana de Fiestas Patrias que se prevé agitado por nuevas movilizaciones de protesta contra el Gobierno y el Congreso, cuyos grados de impopularidad en las encuestas borden el 80 y el 90%, respectivamente.
Organizaciones populares convocaron para el jueves, viernes y sábado en medio de la tensión por el recuerdo de que entre diciembre y marzo, durante protestas similares, murieron 49 civiles en el marco de la represión de las Fuerzas Armadas.