Estados Unidos aseguró que protegería a su personal en Siria después de que el ejército llevara a cabo ataques aéreos contra las fuerzas respaldadas por Irán en represalia por una ofensiva que mató a un contratista norteamericano e hirió a cinco de sus soldados.
Solo un día después del ataque mortal contra el personal estadounidense en Siria, que Washington atribuyó a un dron de origen iraní, las fuentes dijeron que una base estadounidense en el noreste de Siria fue objeto de un nuevo ataque con misiles.
La última violencia podría agravar aún más las relaciones ya tensas entre Washington y Teherán en medio de los esfuerzos estancados para revivir un acuerdo nuclear y el apoyo militar de Irán a la invasión rusa de Ucrania.
“Vamos a trabajar para proteger a nuestra gente y nuestras instalaciones lo mejor que podamos. Es un entorno peligroso”, declaró a la CNN el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Aunque las fuerzas estadounidenses estacionadas en Siria han sido blanco de drones antes, las muertes son raras.
El Pentágono informó que los ataques estadounidenses del jueves se dirigieron a instalaciones utilizadas por grupos afiliados al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC).
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un grupo que monitorea la guerra en Siria, indicó que los ataques estadounidenses habían matado a ocho combatientes pro iraníes en Siria, pero la agencia de noticias precisó que no no pudo confirmar de forma independiente el número de víctimas.
Press TV estatal de Irán, diciendo que ningún iraní había muerto en el ataque, citó fuentes locales que negaron que el objetivo fuera un puesto militar alineado con Irán, pero que un centro de desarrollo rural y un centro de granos cerca de un aeropuerto militar fueron atacados.
"Siempre tomaremos todas las medidas necesarias para defender a nuestro pueblo y siempre responderemos en el momento y lugar que elijamos", escribió en un comunicado el general del ejército Erik Kurilla, que supervisa las tropas estadounidenses en Oriente Medio.
Tres miembros del servicio y un contratista requirieron evacuación médica a Irak, donde la coalición liderada por Estados Unidos que lucha contra los restos del Estado Islámico tiene instalaciones médicas, detalló el Pentágono, en tanto que los otros dos soldados estadounidenses heridos fueron atendidos en la base.
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