El Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB, en sus siglas neerlandesas), un partido de centroderecha que representa sobre todo los intereses del sector agrícola en Países Bajos, logró una victoria histórica en los comicios provinciales, de los que depende también la composición del Senado. Al BBB se le adjudican hasta 17 senadores, de un total de 75, que serán nombrados en mayo por los nuevos consejos provinciales.
La única representante de la formación en el Congreso hasta ahora es la diputada y fundadora del BBB, Caroline van der Plas. La nueva conformación en la Cámara alta alterará los actuales equilibrios y puede comprometer los pactos del Gobierno de centroderecha que encabeza Mark Rutte.
En las elecciones, marcadas por las medidas contra el cambio climático y el debate del cierre de granjas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el BBB consiguió vincular la preocupación por el futuro del mundo rural ante estas demandas con una insatisfacción más amplia de la ciudadanía con la política. Con una participación estimada del 57,5% (de 13,1 millones de electores), el partido ha obtenido votos tanto en el campo como en la ciudad.
El apoyo logrado ha sorprendido al propio BBB. Otros partidos que en el pasado han registrado crecimientos espectaculares, como el Foro para la Democracia, del líder de extrema derecha Thierry Baudet, han recorrido ya el camino inverso: este último ha pasado de 12 senadores en 2019 a solo 2. Lo que está claro es que el BBB ha revolucionado el escenario político con sus resultados.
Los ganaderos holandeses protestan desde 2020 contra la reducción de las emisiones de nitrógeno en un 50% hasta 2030. Las medidas para luchar contra el cambio climático suponen un ajuste de hasta el 30% de la cabaña ganadera, objetivo contra el que se han manifestado con caravanas de tractores y cortes de carreteras.
La revolución electoral del campo
En 2021, Van der Plas, que también es periodista, logró un escaño en el Congreso en las elecciones generales. Había fundado el partido en 2019 y todo era nuevo para ella, pero no se resistió a dar un golpe de efecto. Acudió a bordo de uno de esos tractores a las puertas del Congreso, atendió exultante a los medios y se presentó como “una ciudadana normal y corriente”.
La legisladora ha calificado de “basura” al hecho de que no se puedan modificar las medidas del Gobierno sobre el nitrógeno. Respondía así a las declaraciones de Christianne van der Wal, ministra de Naturaleza y Nitrógeno, que ha recordado las obligaciones del Gobierno en virtud de los tratados internacionales y las sentencias de los tribunales. “Todo puede cambiar si te lo propones”, ha replicado Van der Plas, que ha remitido ya un mensaje al primer ministro, el liberal de derecha Mark Rutte, a quien le dijo que deberían hablar pronto.
Mientras los partidos políticos tradicionales analizan los resultados, la agrupación holandesa Farmers Defense Force (FDF), que ha elegido llamarse así, en inglés, ha advertido ya de que “nadie puede ignorar el deslizamiento de tierra que ha teñido de verde el mapa nacional”. Verde es el color del partido BBB, y su líder se lo puso hasta en las uñas para la jornada electoral. También lució una vistosa cadena con un colgante en forma de vaca. Los votos obtenidos “son el reconocimiento a todos los que han estado luchando por su futuro, su familia y empresa”, ha afirmado Sieta van Keimpema, portavoz de FDF.