En un extenso discurso ante los trabajadores de una fábrica de aviación en Buriatia, a unos 4.400 kilómetros al este de Moscú, Putin abundó en su conocido argumento de que Occidente estaba empeñado en separar a Rusia.
"Para nosotros no se trata de una tarea geopolítica, sino de la supervivencia del Estado ruso, de crear las condiciones para el futuro desarrollo del país y de nuestros hijos", declaró.
Putin ha acusado a Occidente de utilizar Ucrania como instrumento para librar una guerra contra Rusia e infligirle una "derrota estratégica". Estados Unidos y sus aliados afirman que están ayudando a Ucrania a defenderse de una invasión de corte imperial que ha destruido ciudades ucranianas, matado a miles de civiles y obligado a millones a huir de sus hogares.
Putin dijo en respuesta a una pregunta que se había preocupado por la economía cuando Occidente impuso el año pasado oleadas de sanciones sin precedentes, pero que ésta se había mostrado más fuerte de lo esperado.
"Hemos incrementado nuestra soberanía económica. Después de todo, ¿con qué contaba nuestro enemigo? Con que nos derrumbaríamos en 2-3 semanas o en un mes", afirmó.
Afirmó que el enemigo esperaba que las fábricas se detuvieran, el sistema financiero se hundiera, aumentara el desempleo, los manifestantes tomaran las calles y Rusia "se tambaleara desde dentro y se derrumbara".
"No fue así", dijo Putin. "Resultó, para muchos de nosotros, y más aún para los países occidentales, que las bases fundamentales de la estabilidad de Rusia son mucho más sólidas de lo que nadie pensaba".
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