El Gobierno chileno amplió la zona de catástrofe a una segunda región del centro sur del país, azotado por varios incendios forestales activos que han quemado unas 8.000 hectáreas y dañado un centenar de viviendas en medio de una intensa ola de calor.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, informó desde la sede de gobierno en Santiago que se decretó estado de excepción constitucional de catástrofe para la región del Biobío, que se suma a una declaración similar emitida la noche del jueves para la vecina región de Ñuble, más al norte. "Nos permite emplazar apoyos adicionales especiales producto de la situación de incendios que se está viviendo", dijo la funcionaria.
Tohá informó además que el presidente Gabriel Boric, que estaba fuera de sus funciones tomando sus vacaciones por el verano austral, suspendió su descanso y viajará a las dos regiones más afectadas.
De acuerdo al balance más reciente de la oficina de prevención de desastres del Ministerio del Interior, emitido más temprano el viernes, hay 38 incendios en combate desde la región metropolitana de Santiago hacia el sur, concentrados en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía. Ya fueron controlados otros 146 focos. Hay una persona con quemaduras y ocho bomberos con lesiones leves, según el reporte oficial.
Además se registró un centenar de viviendas dañadas por el fuego y una red de albergues para recibir a las familias afectadas. En rutas y autopistas de esas regiones hay cortes de tránsito debido al fuego y numerosos municipios han sido evacuados.
Las dos regiones bajo catástrofe, de intensa actividad agrícola y forestal, tienen una población de casi dos millones de habitantes y están ubicadas a partir de 400 kilómetros al sur de Santiago. Entre ambas suman 37.000 kilómetros cuadrados de superficie.
Boric había anunciado la noche del jueves por Twitter que decretó estado de catástrofe para Ñuble y que envió a un grupo de ministros a la zona para que agilicen las medidas necesarias.
La declaración de catástrofe que se decreta en situaciones de calamidad pública implica despliegue de fuerzas armadas, control de la seguridad pública y mayor coordinación en el combate a los incendios, en este caso.
Los pronósticos para el viernes contemplaban temperaturas de más de 40 grados centígrados para Chillán, capital de Ñuble, donde el jueves se registraron grandes focos. También se prevé que soplen vientos intensos en la zona.
La estatal Corporación Nacional Forestal (Conaf) alertó que podrían generarse nuevos focos debido a estas condiciones. "Hoy día lamentablemente tenemos el doble de las hectáreas quemadas que teníamos en años anteriores, estamos en un estado bastante crítico", dijo a la prensa local el delegado presidencial en Ñuble, Gabriel Pradenas.
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