En medio de disturbios y arrestos, más de 1,2 millones de personas protestaron en ciudades y pueblos de toda Francia contra la reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron, según las autoridades. Para los sindicatos, los manifestantes fueron 2,8 millones.
Los gremios ferroviario, petrolero y educativo realizaron importantes paros que paralizaron estos sectores claves del país. En la capital, la protesta incluyó enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden, que se saldaron con 30 detenciones.
“El gobierno debe escuchar el rechazo masivo de este proyecto y retirarlo”, dijo Patricia Drevon, sindicalista de Fuerza Obrera (FO), una de las principales centrales obreras, tras una reunión sindical. Además, llamó a nuevas movilizaciones para la próxima semana, el martes 7 y el sábado 11.
Cómo es la reforma previsional que impulsa Emmanuel Macron
Las dos medidas que cristalizan el descontento son el retraso progresivo hasta 2030 de la edad de jubilación de 62 a 64 años y el adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años -y no 42 como ahora- para cobrar una pensión completa.
París registró la mayor manifestación con 87.000 personas (500.000 según la CGT), pero la participación también subió en la mayoría de ciudades y pueblos: 40.000 en Marsella, 28.000 en Nantes y 23.000 en Rennes, según la policía.
En el sector educativo, uno de cada cuatro docentes se plegó a la huelga, según el gobierno, pero para los sindicatos la cifra fue el doble. En la empresa de ferrocarriles SNCF el cumplimiento del paro alcanzó el 36,5%), según una fuente sindical.
La punta de lanza vino del sector energético. Las centrales nucleares registraron una caída de producción de unos 3.000 MWh, según la empresa EDF. Y entre un 75% y un 100% del personal de las refinerías y depósitos de TotalEnergies se unieron al paro, según la CGT.
La izquierda llama a “una moción de censura popular”
Los manifestantes piden que el gobierno dé marcha atrás al endurecimiento de las condiciones para acceder a una pensión completa, pero la primera ministra Élisabeth Borne ya advirtió que el retraso a 64 años “ya no era negociable”.
La oposición de izquierda pidió así una “moción de censura popular” en las calles. “Estamos viviendo un día histórico. El señor Macron está seguro de perder”, dijo su líder Jean-Luc Mélenchon, que reclamó un “referéndum” sobre el proyecto.
Con el rechazo ya anunciado del frente de izquierdas Nupes y de la extrema derecha, el gobierno espera lograr el apoyo en el Parlamento del partido de derecha Los Republicanos (LR), favorable a una reforma pero dividido sobre si sostener la actual.
Siete de cada 10 franceses rechazan la reforma previsional
El rechazo popular, actualmente alrededor del 70% según los sondeos, aumenta la presión. Además, según una encuesta de Odoxa, dos de cada tres franceses valoran negativamente al presidente y a su primera ministra.
Desde su llegada al poder en 2017, Macron defendió su voluntad de “sacudir” el sistema con sus reformas de corte liberal, que en ocasiones le valieron una imagen de “presidente de los ricos”, como durante la protesta social de los chalecos amarillos.