Aviones israelíes atacaron Gaza en represalia por dos cohetes lanzados por militantes palestinos, aumentando aún más las tensiones tras uno de los peores días de violencia en años en el territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania.
Los cohetes disparados desde Gaza durante la noche hicieron saltar las alarmas en las comunidades israelíes cercanas a la frontera con la franja costera meridional, controlada por el movimiento islamista Hamás, si bien no hubo noticias de víctimas.
Los disparos de cohetes se produjeron tras una incursión israelí en un campo de refugiados de Cisjordania el jueves, en la que murieron al menos nueve palestinos, entre ellos militantes armados y al menos dos civiles, el mayor número de víctimas mortales en un solo día en años.
Otro hombre murió en otro incidente en Al Ramm, a las afueras de Jerusalén, con lo que el número de palestinos muertos en lo que va de 2023 asciende al menos a 30.
La redada, la última de una serie de enfrentamientos casi diarios en Cisjordania durante el último año, se produjo días antes de la visita a Israel y Cisjordania del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Los meses de violencia, que se intensificaron tras una serie de atentados mortales en Israel el año pasado, han hecho temer que el conflicto se descontrole y desencadene un enfrentamiento más amplio entre palestinos e israelíes.
El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió el jueves un comunicado en el que expresó su "profunda preocupación" por la violencia en Cisjordania, e instó a ambas partes a reducir la intensidad del conflicto.
En Gaza se han convocado grandes concentraciones para la tarde siguiente a la oración del viernes.
Tras el ataque del jueves, la Autoridad Palestina, que tiene poderes limitados de gobierno en Cisjordania, anunció la suspensión de un acuerdo de cooperación en materia de seguridad con Israel, al que se atribuye el mérito de ayudar a mantener el orden en el territorio y evitar ataques contra territorio israelí.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que volvió al poder este año al frente de uno de los Gobiernos más derechistas de la historia de Israel, dijo que su país no busca una escalada de la situación, aunque ordenó a sus fuerzas de seguridad que se mantengan alerta.
Las Fuerzas de Defensa israelíes afirmaron que los ataques aéreos del viernes en Gaza tenían como objetivo un centro subterráneo de fabricación de cohetes y una base militar utilizada por Hamás.
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