Las autoridades de la ciudad portuaria lindante al Mar Negro notificaron que se registraron los primeros bombardeos, al tiempo que el gobierno local de Mariúpol se rehusó a aceptar el ultimátum de las tropas rusas de deponer las armas. Entretanto, Moscú advirtió a Europa que desestimar el crudo de Rusia sería "una complicación para todos". Una crisis energética que se suma al incremento de víctimas por los bombardeos en Kiev y la destrucción de unidades militares ucranianas.
En el vigésimo sexto día de confrontaciones armadas entre Rusia y Ucrania, las miradas siguen puestas en Mariúpol, el principal punto de conflicto en las últimas horas y que fue novedad por el ultimátum de las tropas rusas invasoras.
Corredores humanitarios para los habitantes y salida con vida para los soldados ucranianos. Ese fue el ofrecimiento de Rusia a cambio de que las fuerzas militares y civiles ucranianas depusieran las armas y entregaran el control de la urbe, una posibilidad que las autoridades rápido declinaron.
En un comunicado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Rusia podría lanzar un ciberataque contra objetivos estadounidenses como represalia por "los costes económicos sin precedentes que hemos impuesto" a Rusia por su invasión a Ucrania.
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