Decenas de muertos y miles de heridos y detenidos en Almaty, la ciudad más grande de Kazajistán, coronaron el quinto día de protestas que estallaron contra el aumento del precio del gas, pero con el correr de las horas viraron en un rechazo generalizado al Gobierno, que respondió con una "operación antiterrorista" apoyada por fuerzas militares rusas que empezaron a desembarcar este jueves en el país asiático.
Dieciocho militares murieron en las protestas y 748 empleados de seguridad y militares de la Guardia Nacional resultaron heridos, según datos del Ministerio del Interior, que no brindó cifras de las bajas entre los civiles.
Previamente, la oficina del comandante de Almaty informó de 13 militares muertos, dos de ellos decapitados, según la agencia de noticias rusa Sputnik.
El número de detenidos, en tanto, se elevó a 2.298 personas desde el estallido de las protestas, el 2 de enero pasado en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, en el oeste del país, por el aumento del precio del gas licuado de petróleo (GLP).
Una comisión gubernamental determinó dos días después disminuir los precios del combustible. Sin embargo, las protestas no cesaron y se extendieron a otras zonas del país, en particular a Almaty, derivando en violentos disturbios que incluyeron saqueos e incendios.
Las autoridades decretaron el estado de emergencia hasta el 19 de enero y el toque de queda que rige de las 11 de la noche hasta las 7 de la mañana.
El presidente del país, Kasim-Yomart Tokayev, denunció que las protestas fueron orquestadas por un grupo de "instigadores", aunque no reveló sus identidades, y solicitó el envío de un contingente militar del Consejo de Seguridad Colectiva de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
La OTSC anunció el miércoles que enviaba un primer contingente de una "fuerza colectiva de mantenimiento de la paz", formado por tropas rusas, bielorrusas, armenias, tayikas y kirguisas, con la misión de "proteger las instalaciones estatales y militares" y "ayudar a las fuerzas del orden kazajas a estabilizar la situación y restablecer el estado de derecho".
La Policía dijo este jueves que "decenas" de manifestantes habían muerto por la represión cuando intentaban tomar edificios administrativos y comisarías.
El Ministerio de Salud indicó que más de 1.000 personas resultaron heridas, de las cuales 62 permanecen en terapia intensiva.
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