A dos horas de terminar su gobierno, el presidente Jair Bolsonaro partió rumbo a Orlando (Estados Unidos) antes de la asunción de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, con lo que se confirmó que el domingo no le transferirá la banda presidencial, durante la ceremonia de cambio de autoridades democráticas.
“Ya estoy en vuelo, vuelvo a la brevedad”, dijo al canal de noticias CNN a bordo del avión de la Fuerza Aérea, horas después de despedirse a través de un vivo que realizó en sus redes sociales.
Se espera que el saliente primer mandatario pase al menos un mes fuera del país y, aunque el gobierno no dio ninguna información sobre el viaje ni sobre quién lo acompañará, ya es un hecho que el vicepresidente, Hamilton Mourão, quedó a cargo de la presidencia desde este viernes por la tarde.
Bolsonaro y un futuro incierto
El futuro del presidente saliente de Brasil aún es incierto, con una salida al exterior antes de dejar el cargo y diversas causas en su contra que podrían complicar su carrera política.
El Tribunal Superior Electoral (STE) brasileño ya le aplicó una multa millonaria por “mala fe” al Partido Liberal (PL) al rechazar un reclamo de revisión de casi el 50% de las urnas del balotaje en el que triunfó Lula da Silva.
Al salir por última vez del Palacio de la Alvorada, Bolsonaro usó una salida lateral para evitar a la prensa. En rigor, casi nunca salió por la puerta principal del lugar que fue su residencia durante los cuatro años que duró se mandato.
Más temprano, había realizado una transmisión en vivo donde hizo un balance de su gobierno, pero evitó mencionar el viaje. A pesar de eso, habló en tono de despedida y concluyó que “fue difícil permanecer en silencio durante dos meses”.