El presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, recibió una invitación formal para visitar este mes en la Casa Blanca al mandatario estadounidense, Joe Biden, trasladada por una misión del gobierno de Estados Unidos a Brasilia, pero un alto asesor del brasileño aseguró que esperará a asumir la presidencia, el 1 de enero, para viajar.
"Recibí del asesor de seguridad de Estados Unidos, Jake Sullivan, la invitación del presidente Joe Biden para visitarlo en la Casa Blanca; estoy emocionado de hablar con el presidente Biden y profundizar la relación entre nuestros países", dijo el futuro presidente de Brasil en Twitter.
La reunión se efectuó en el hotel donde se hospeda Lula en Brasillia.
Además de Sullivan, en la comitiva estadounidense estuvo el Director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González.
También asistieron los brasileños Fernando Haddad, citado para asumir el Ministerio de Hacienda, y el exministro Celso Amorim, uno de los principales asesores de Lula en asuntos internacionales.
Más temprano, antes de reunirse con Lula, Sullivan se encontró con el senador del Partido de los Trabajadores (PT) Jaques Wagner.
Sullivan comentó que "Biden estaría dispuesto a recibir al presidente Lula incluso antes de la toma de posesión", dijo a periodistas Amorim, quien fue canciller de Brasil durante los dos primeros gobiernos del exlíder sindical (2003-11), según la agencia de noticias AFP.
Si bien el propio Lula había dicho el viernes que la reunión con Biden podía darse después del 12 de diciembre, cuando recibirá el diploma de presidente electo por parte del Tribunal Superior Electoral, Amorín lo estimó poco probable.
Según el diplomático, Lula "valoró mucho" el interés de la Casa Blanca en recibirlo pronto, pero indicó que es más probable que el encuentro se produzca "luego del inicio del año, ya en una visita oficial como presidente".
Durante casi dos horas, Lula y Sullivan tuvieron una "conversación muy amplia" sobre temas regionales y mundiales, indicó Amorim, presente en el encuentro.
El viernes Lula también había mencionado algunos temas sobre los que conversaría con la comitiva estadounidense.
"Pienso que vamos a hablar de política, quiero conversar sobre la relación de Brasil y Estados Unidos, sobre el papel de Brasil en la nueva geopolítica mundial, quiero hablar con él (Sullivan) sobre la guerra en Ucrania, no hay necesidad de que haya una guerra", había adelantado Lula.
Entre los temas en la agenda estuvieron la cooperación en desarrollo y tecnología verde, la guerra en Ucrania, la lucha contra el cambio climático y maneras de "fortalecer la democracia" en América Latina.
Según había anticipado la Casa Blanca, Sullivan discutiría cómo Estados Unidos y Brasil pueden continuar trabajando juntos para abordar desafíos comunes, incluidos el cambio climático y la seguridad alimentaria.
La promoción de la inclusión y la democracia, además de la gestión de la inmigración regional, también debe ser discutida, según la Casa Blanca.
Estados Unidos señaló que quiere compartir con los países de la región los costos del aumento de la inmigración irregular desde la llegada al poder de Biden, que se convirtió en un factor de desgaste interno para el demócrata.
Otro tema prioritario para los estadounidenses es la delicada situación en Haití, informó el medio local O Globo.
En su cuenta en Instagram Lula publicó este lunes una foto suya estrechando la mano del estadounidense con la leyenda: "Brasil está volviendo a ser respetado por el mundo".
En otra imagen, Lula sostiene una casaca de la selección estadounidense de fútbol y el representante de Biden una caja de regalo adornada por una cinta con los colores de Brasil.
El representante estadounidense también tenía previsto reunirse con miembros del gobierno del presidente saliente Jair Bolsonaro, derrotado por Lula en el balotaje.
Cuando Lula fue elegido, Biden fue uno de los primeros en reconocer la victoria. Al día siguiente, telefoneó al PT y se comprometió a mantener abiertos los canales de comunicación entre los dos países durante la transición.
Aun en campaña, Estados Unidos jugó un papel importante al presionar al gobierno de Bolsonaro para evitar cualquier maniobra que pretendiera evitar el reconocimiento de un resultado electoral desfavorable para el mandatario.
La delegación estadounidense debe reunirse con el almirante Flavio Viana Rocha, que es el secretario de Asuntos Estratégicos del presidente Bolsonaro, informó la prensa local.
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