La nueva candidatura del exmandatario estadounidense Donald Trump precipitó el escenario de las primarias republicanas, en las que el gobernador del sureño estado de Florida, Ron De Santis, se perfila como su potencial rival tras su contundente reelección en los comicios de mitad de mandato, que catapultaron su figura como una alternativa frente a quien una vez fue su mentor y aliado.
Con más de 19 puntos de ventaja sobre su adversario demócrata, el triunfo de De Santis fue el único aplastante que tuvo el Partido Republicano en las elecciones del pasado 8 de noviembre, en los que su desempeño fue decepcionante y solo consiguió una escueta mayoría en la Cámara baja.
A diferencia de los aspirantes respaldados por Trump, que fueron derrotados en carreras clave en todo el país, el gobernador de Florida logró incluso imponerse en varios bastiones demócratas del estado.
"No solo ganamos las elecciones, hemos reescrito el mapa político", dijo De Santis en su discurso de victoria y subrayó: "Para mí, la lucha apenas comienza".
Seducidos por un atractivo político que supo ir más allá de las bases en un estado determinante para las presidenciales, parte del aparato republicano y medios conservadores empezaron a proyectar la carrera de De Santis a la Casa Blanca en un intento de apartar a Trump, a quien culpan del fracaso electoral.
"De FUTURE", rezaba la portada del diario New York Post tras los comicios, mientras que la cadena Fox News lo calificaba como "el mayor ganador de las elecciones de mitad de mandato".
"De Santis ya era antes el candidato natural para reemplazar a Trump y ahora ha salido como el mejor posicionado. Eso no quiere decir que esté decidido, va a haber una interna y Trump va a pelear", advirtió a Télam Victoria Murillo, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Columbia en Nueva York.
De hecho, Trump salió a marcar la cancha antes del triunfo electoral del gobernador floridano, al llamarlo "Ron De Sanctimonious" (el mojigato) durante la campaña, un apodo que ya había usado para atacar al senador de Texas Ted Cruz en las primarias de 2016.
"No sé si se presenta (a las primarias). Creo que cometería un error. Creo que a la base no le gustaría: no creo que sea bueno para el partido... Te diría cosas sobre él que no serán muy halagadoras", dijo a Fox News Digital un día antes de los comicios.
De Santis, que no se pronunció sobre sus aspiraciones presidenciales, pero tampoco las descartó, evitó responder a los ataques de Trump, aunque sugirió que una candidatura republicana encabezada por el expresidente tendría problemas para atraer a votantes independientes.
No obstante, el magnate ya lanzó su candidatura a las primarias del partido en un anuncio que fue considerado como una forma de recuperar el protagonismo y restarle fuerza a sus posibles rivales de cara a 2024.
"Vuelve a poner los reflectores sobre él y trata de ganar terreno y jugar la primera mano", indicó Juan Negri, director de Ciencia Política y de Estudios Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella.
Los aliados de De Santis esperan que el gobernador haga un anuncio presidencial después de la sesión legislativa estatal, que finaliza en mayo, pero Negri ya anticipa una interna "feroz" entre ambos aspirantes, si las investigaciones que enfrenta el expresidente no lo dejan fuera de carrera antes.
"Las primarias suelen favorecer posiciones más extremas y De Santis va a tener un competidor de peso con Trump", indicó el especialista, para quien el expresidente "corre con ventaja" por tener una base muy movilizada e intensa.
En la misma línea se pronunció Murillo, quien afirmó que los trumpistas son trumpistas incluso cuando piensan que Trump "no es tan bueno como candidato".
En tanto, la politóloga Gisela Sin destacó que los sondeos muestran que un 25% de los electores republicanos no saben quién es De Santis, mientras que el multimillonario es conocido por el 100%.
"De Santis es muy popular en Florida y eso le dio mucha visibilidad, pero hay un desafío en dar ese salto a construir una alternativa viable dentro de las primarias republicanas en el resto del país", sentenció Negri y agregó: "El dilema ahora es cómo se va a presentar para diferenciarse de Trump".
Aunque De Santis es proyectado como una alternativa a Trump, ambos comparten posturas similares.
"De Santis tiene la misma ideología que Trump. Es extremo, pero es más previsible y no tiene todo el show que hay alrededor del exmandatario, pero es tan antidemocrático y autoritario como él", dijo a Télam Sin, profesora asociada de Ciencia Política en la Universidad de Illinois.
DeSantis logró crecer en la política de la mano de Trump, quien apoyó su candidatura a gobernador en 2018 y posibilitó su posterior victoria cuando era un congresista casi desconocido.
Desde entonces, optó por distanciarse de su mentor y sus polémicas, como su denuncia infundada de fraude electoral en 2020, y ganó popularidad al mantener a Florida abierta durante la pandemia, mientras multiplicó las políticas ultraconservadoras en educación, diversidad o inmigración.
Exjugador de beisbol universitario y oficial naval, casado y padre de tres hijos, este católico de 44 años encarna la autoridad y la familia tradicional, valores muy apreciados en su campo.
"Es un político tan de derecha como Trump, pero es un político inteligente y con disciplina y eso lo hace tal vez mucho más efectivo y un candidato mucho más riesgoso para el Partido Demócrata", señaló Murillo.
Pero el hecho de ya posicionarse como un posible favorito frente a Trump podría perjudicarlo y dejarlo fuera de carrera antes de tiempo, tal como le paso en las internas de 2016 a los exgobernadores republicanos Scott Walker, Chris Christie y Jeb Bush.
"El tema con los políticos es que cuando se empiezan a conocer más, se empieza a conocer lo bueno y lo malo y ahí hay que ver si De Santis resiste el archivo", planteó el experto de Di Tella.
En cambio, Sin, manifestó sus dudas: "No sé si una proyección tan temprana de De Santis lo va a quemar, me parece que el quid de la cuestión está en el Partido Republicano coordinando en una figura alternativa a Trump y eso no me parece que sea tan claro".
Según explicó, si Trump logró ganar las primarias de 2016 fue porque entonces el apoyo del 60% de los republicanos estaba dividido en muchos candidatos.
De momento, Trump cuenta con cerca del 50% de los votos entre los republicanos en las encuestas, frente a un 30% para el gobernador de Florida, pero también se perfilan otros posibles aspirantes como el exvicepresidente Mike Pence, el senador Ted Cruz o el exsecretario de Estado Mike Pompeo.
"El problema ahora es que ningún candidato es tan conocido como Trump en estos momentos y creo que para que De Santis tenga una chance, aquellos que están en contra de Trump tienen que coordinar en su figura y me parece que eso no va a ser fácil", concluyó.
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