Corea del Norte disparó un misil balístico intercontinental que aterrizó en aguas de Japón, en la segunda gran prueba de armas de noviembre con la que Pyongyang demostró tener capacidad para lanzar ataques nucleares en territorio estadounidense, que despertó una cadena de reacciones internacionales, tras lo cual el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, dijo que responderá con armas nucleares a las constantes amenazas.
Kim aseguró que "responderán a los misiles nucleares con armas nucleares y a una confrontación total con un órdago total", indicó la agencia estatal KCNA, que precisó que Kim asistió al lanzamiento del misil en persona, reportó la agencia de noticias AFP.
Las repercusiones del lanzamiento
Previo a que trascendieran estas declaraciones de Kim, el ministro de Defensa nipón, Yasukazu Hamada, dijo que se trató de un misil balístico intercontinental cuyo alcance, calculado en función de la trayectoria de vuelo y dependiendo de otros factores como el peso de la ojiva, podría en principio superar los 15.000 kilómetros, lo suficiente para aterrizar en la parte continental de Estados Unidos.
Unas horas después del lanzamiento, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, se reunió con los principales socios de su país al margen de una cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Bangkok.
"Condenamos firmemente estas acciones y reiteramos el llamado para que Corea del Norte cese estos actos ilegales y desestabilizadores", dijo Harris a los periodistas antes del inicio de la reunión.
Harris, según la agencia AFP, sostuvo: "En nombre de Estados Unidos, reafirmo nuestro férreo compromiso con nuestras alianzas de la región" del Asia-Pacífico.
Este lanzamiento se produce en un momento de crecientes tensiones con Corea del Norte y Estados Unidos, que cree que el país puede estar preparando un séptimo ensayo nuclear.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que los seis líderes que participaron en la reunión advirtieron de una "respuesta firme y decidida" si Corea del Norte lleva a cabo una prueba nuclear.
"Estados Unidos está aquí para quedarse", dijo Harris antes de la reunión, durante un encuentro con empresarios al margen del Foro de la APEC.
El gobierno demócrata de Joe Biden busca estrechar los vínculos en la región y después de Tailandia, Harris se desplazará a Filipinas, donde visitará una isla cercana a una zona marítima en disputa con Beijing, en el mar de China Meridional.
Rusia, por su parte, apuntó a Estados Unidos por estar "poniendo a prueba la paciencia" de Pyongyang.
Aunque Moscú permanece "fiel" a una solución "diplomática" para la península coreana, "Estados Unidos y sus aliados en la región (...) prefieren un camino diferente (...), como si estuvieran poniendo a prueba la paciencia de Pyongyang", según el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Riabkov.
"Seguimos la situación con preocupación", añadió el funcionario, en declaraciones a la agencia pública RIA Novosti.
El Estado Mayor conjunto surcoreano informó hoy que había "detectado un presunto misil balístico de largo alcance alrededor de las 10.15 (las 22,15 de anoche en la Argentina) disparado desde la zona de Sunan en Pyongyang" hacia el mar de Japón.
El misil recorrió una distancia de unos 1.000 kilómetros a una altura máxima de 6.100 kilómetros y velocidad de Mach 22, según el ejército surcoreano, que calificó el lanzamiento como "una amenaza a la paz y estabilidad en la península coreana".
El mandatario surcoreano, Yoon Suk-yeol, dio instrucciones al Consejo de Seguridad Nacional para reforzar las medidas de contención y las sanciones en respuesta a sus continuas pruebas de misiles balísticos.
"El presidente Yoon ordenó reforzar la postura de defensa conjunta de Corea del Sur y Estados Unidos, implementar activamente las medidas para potenciar la ejecución de una mayor disuasión frente a Corea del Norte, acordada entre Corea del Sur y Estados Unidos, y fortalecer la cooperación de seguridad entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón", comunicó la oficina presidencial.
Además, Yoon pidió elaborar, en cooperación con Washington y la comunidad internacional, "medidas de condena enérgica y sanciones contra el Norte", informó la agencia de noticias rusa Sputnik.