El partido del presidente Joe Biden quedó a un escaño de retener el control del Senado de Estados Unidos, luego de que se confirmara que los demócratas obtuvieron la reelección en Arizona. Ahora la elección quedó 49-49 con Nevada y Georgia por definirse, aunque la definición podría estirarse hasta diciembre.
La victoria del senador demócrata Mark Kelly dejó al oficialismo con 49 legisladores en la Cámara Alta, igual cantidad que tiene el Partido Republicano. Sin embargo, si el recuento en Nevada se lo lleva el partido que lidera Donald Trump, la definición se estiraría hasta el 6 de diciembre, fecha en la que se realizará la segunda vuelta en Georgia.
Como en varios de los estados norteamericanos, la elección en Arizona estuvo ceñida de polémica. La Casa Blanca informó que el viernes Biden había llamado a Kelly, exastronauta de 58 años, para felicitarlos por su victoria, pero los republicanos salieron al cruce.
Blake Maters, rival republicano de Kelly, nunca reconoció la derrota y hace unas pocas horas escribió en su Twitter: “Nos aseguraremos de que se cuente cada voto legal. Si al final el senador Kelly tiene más votos que yo, lo felicitaré por una victoria tan reñida. Pero los votantes deciden, no los medios. Contemos los votos”.
En la misma línea, el expresidente Donald Trump afirmó en Truth Social -la red creada por él- que el resultado en Arizona fue “una estafa y un fraude electoral”. “Idiotas y posiblemente funcionarios corruptos han perdido el control de las elecciones de Arizona. Se debe convocar una nueva elección de inmediato”, afirmó tras conocerse la victoria de Kelly.
El candidato demócrata triunfó con el 51,8% (1.128.917 votos) por sobre el 46,1% de Blake Masters (al que lo votaron 1.005.001 de personas).
Georgia y Nevada son los dos estados que definirán estas elecciones intermedias en Estados Unidos. La primera tiene definida su segunda vuelta para el próximo 6 de diciembre y en la segunda continúa el escrutinio.
Con casi el 97% de los votos escrutados en la carrera al Senado de Nevada, el candidato republicano Adam Laxalt llevaba una ventaja de unos 800 votos por sobre la demócrata Catherine Cortez Masto. La elección es voto a voto.
La administración Biden necesita una sola victoria en alguna de las dos elecciones que quedan para asegurarse el control mayoritario absoluto de un Senado con 50 legisladores. Si el resultado en Nevada es adverso, deberá esperar a la segunda vuelta en Georgia.
El panorama es muy cerrado, pero en caso de que el Senado quede 50-50, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris podrá desempatar las votaciones y así Joe Biden tendrá el control del Senado. Los legisladores elegidos recién tomarán posesión el 3 de enero.
Por otra parte, los republicanos están a solo siete escaños de concretar la mayoría en la Cámara de Representantes. Hasta el momento tiene confirmados 211 de los 218 que necesita, una amplia diferencia con los demócratas que consiguieron 199 escaños.
Podrían pasar al menos unos días más antes de que se conozca el resultado de suficientes elecciones para determinar el control del partido en esa cámara, pero la victoria republicana le quitaría poder al presidente Biden, que en estos primeros dos años tuvo el control de ambas cámaras.
Por eso para el Partido Demócrata es tan importante la elección en el Senado, para que Biden no pierda el total control de las cámaras y la agenda presidencial no quede comprometida a lo que decida el Partido Republicano que, en caso de ganar las dos elecciones, tendrá la posibilidad de retrasar o bloquear la confirmación de los funcionarios y jueces de su gabinete.
En las elecciones de mitad de mandato se renueva la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado de 100 miembros y, además, se eligen varias gobernaciones y cargos locales.
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